Rocío y José García presentaron ayer su dimisión como presidenta y director deportivo del Agrupación Estudiantil. La decisión termina con ocho años en los que la familia García -el primer presidente fue el padre de ambos, José García, conocido como O Peixeiro de Cirela- dirigió los destinos de la entidad de Loimil, y que ahora deja un vacío institucional que deberá ser ocupado por el grupo de exdirectivos celestes críticos con la actual gestión del club, que en recientes fechas mostraron su intención de tomar las riendas del Estudiantil. "Si ellos no están de acuerdo con nuestra gestión y se consideran capacitados para llevar el club, ¿por qué no dejárselo?", afirmó ayer una Rocío García que no pudo ocultar su emoción al anunciar su marcha y la de su hermano de la entidad.

Los dirigentes salientes del Estudiantil tenían previsto ayer reunirse lo antes posible con sus sucesores para cederles el testigo de una manera formal. Sin embargo, ni Rocío ni José sabían cuándo ni dónde realizar el traspaso de poderes tras efectuar varias llamadas en busca de alguno de los directivos que se había postulado para hacerse con el club. "Luchar es de primitivos y yo sé que todavía hay gente que confía en mi, pero llevamos días dándole vueltas al asunto", reconocía Rocío García instantes después de hacer pública la renuncia suya y de su hermano a continuar con el legado de su padre al frente de los de Loimil.

Reunión suspendida

Por otro lado, la entrevista que ayer tenía pensado realizar Rocío García con responsables del Compostela ha quedado aplazada sin fecha. "El presidente del Compostela llegó de un viaje a México y no podía recibirnos hasta la próxima semana", explicó un Rocío García que ahora le traslada el compromiso a sus sucesores en la directiva. El objetivo de la cita era trasladarle al club de San Lázaro el malestar del Estudiantil de quedarse de forma regular sin jugadores importantes para el cuadro que dirige Raviña por las convocatorias del equipo de la capital de Galicia. Éste y otros temas, como la mala situación deportiva del equipo y el descontento del plantel, serán algunos de los contenciosos que deberán resolver los nuevos dirigentes.