La Volta ao Algarve sirvió a Marque para volver a sentir el sabor de la alta competición. Queda mucho por trabajar y afinar pero el estradense ha asumido hace tiempo que "no se pueden bajar los brazos al primer revés". Él no lo hizo y hoy sonríe para volver a correr.

- ¿Cómo está viviendo su regreso a la alta competición?

- La verdad es que no me encuentro mal del todo. En la Volta ao Algarve ya terminé entre los treinta primeros a pesar de que no tenía hecho el trabajo específico en la bicicleta de crono. Hubo que rectificar mucho la posición. Son cosas que tengo que ir trabajando y preparando de cara a la Volta. Tenemos tiempo. Este fin de semana ya terminé decimosegundo en una carrera internacional en la que había bastante gente de fuera. Vamos entrando poco a poco en el buen camino.

- Tampoco interesa empezar muy fuerte...

- No, claro. No interesa estar ahí arriba ya. Iremos viendo las carreras que nos interese. Puede surgir algún objetivo que marcar pero no quiero precipitarme y estar demasiado a tope antes de tiempo. Hay que hacer las cosas bien para el gran objetivo.

- Viene de un año atípico a nivel deportivo, ¿necesitó una preparación especial por ese motivo?

- Sí, tuve que comenzar antes. Sabía que tenía que hacer una buena base. Necesitaba empezar mejor para, sobretodo, verme en carrera. Necesitaba verme a buen nivel y coger confianza otra vez. Eso es algo muy importante. Creo que conseguí esa base que buscaba, a lo mejor no muy intensa, pero sí lo suficiente para trabajar de cara al futuro.

- Busca sensaciones perdidas, ¿las va encontrando?

- Realmente en la etapa decisiva de la Volta ao Algarve me quedé porque se me salió la cadena en el primer paso por la montaña. Faltaban veinte kilómetros pero mantuve el ritmo de los de cabeza hasta línea de meta. Cosas como esa me demuestran que estoy bastante bien en cuanto a sensaciones.

- Regresa de la mano de un grande de Portugal, el Efapel, ¿contento con el equipo y con el rol a desempeñar?

- Sí. Me están dando tranquilidad. Tenemos varios ciclistas con mucha calidad, como pueden ser De la Fuente o Joni Brandao. Después tenemos gente muy rápida como Felipe Cardoso. Por detrás también hay gente joven. Tenemos un poco de todo. Es un bloque fuerte si estamos unidos. Creo que podemos dar mucho de qué hablar si lo logramos.

- ¿Cuáles son los objetivos a nivel de club?

- El objetivo del equipo, como en todos los equipos portugueses, es la Volta a Portugal. Luego tenemos competiciones y vueltas que pueden ser un gran escaparate. Por ejemplo Castilla-León, Asturias o Madrid. Vamos a hacer una serie de carreras que son muy buenas y habrá que intentar dejarse ver, tanto conmigo como con otro compañero. Siempre es interesante acudir a esas vueltas porque te mides con equipos Pro Tour. Es otro nivel y de cara a otras carreras te sirve como referencia para saber cómo estás y lo que te falta.

- Inicia esta nueva aventura en el ciclismo portugués con un estradense que debuta a este nivel. ¿Cómo vio el debut de Óscar González?

- Debutó el fin de semana e hizo su trabajo. Le mandaron estar en los cortes de salida y la verdad es que se metió en casi todos. Está haciendo las cosas bien a nivel de entrenamientos. Tendrá que esperar a que llegue su oportunidad pero creo que va por el buen camino. Todavía tiene mucho que andar pero está claro que tiene el motor necesario.

- A estas alturas de la temporada es habitual hablar de metas de futuro. ¿Después de todo lo sucedido el pasado año ha aprendido a vivir día a día o se sigue ilusionando a largo plazo?

- No, ahora he aprendido a vivir día a día sin pensar en el futuro. Ya no me hago ningún tipo de ilusión ni esperanza. Sé que tuve una oportunidad y seguramente no se me presente otra. Juega en mi contra el tema edad. No es algo que me quite ya el sueño. Me queda disfrutar de mis últimos años de ciclismo.

- En el último año cada vez que hablaba con usted daba la sensación de estar a punto de tirar la toalla. ¿Estuvo tan cerca esa retirada cómo parecía?

- Sí, el problema es que a cabezón no me gana nadie. Durante mi carrera hubo muchas veces en las que me plantee dejarlo todo. Sin embargo te acabas dando cuenta de que si insistes las puertas se pueden abrir otra vez. La vida es así y no se pueden bajar los brazos al primer revés. Siempre hay que seguir luchando. Eso es algo que fui aprendiendo año tras año.

- Se dice que en los malos momentos se descubren los malos amigos. ¿Borró muchos teléfonos de su agenda en el último año?

- No, para nada. Siempre estuve tranquilo y en ese sentido sabía perfectamente quién estuvo ahí conmigo y quién no. Me queda solo estar agradecido a la gente que estuvo apoyándome.

- Debe sentar bien verse tan arropado en la caída.

- La verdad es que la respuesta fue increíble. En esos momentos en los que estás cabizbajo o en esos momentos que decías en los que te planteabas tirarlo todo por la borda veías el apoyo de la gente y era algo que, dentro de lo malo, te hacía tirar para delante.

- ¿Se siente engañado dentro del mundo del ciclismo?

- Dicen que, cuando llegas a una determinada altura, el ciclismo es un camino de zancadillas pero tampoco es algo a lo que deba seguir dando vueltas. Debo asumir lo que pasó y asumir que forma parte de mi pasado. Ahora queda mirar para delante y dejar eso a un lado.

- ¿Cómo cree o cómo le gustaría que se recordarse a Álex Marque dentro de veinte o treinta años?

- Me gustaría que se me recordarse como lo que fui. Como un deportista que un día ganó la Volta a Portugal y ojalá por otras victorias que aún estén por llegar. Me gustaría que se me recordase como el ciclista que fui y no por una noticia muy fácil de sacar y que el tiempo terminó por demostrar que no era cierta.