La derrota del pasado domingo ante el Porriño dejó una imagen insólita en la grada del equipo Estradense. Aficionados locales recriminaron la actuación de varios jugadores canteranos durante el partido. El gesto no sentó bien en el seno del equipo local y más teniendo en cuenta los nervios que están atenazando a sus jóvenes jugadores cuando tienen que jugar en su campo. Preguntado sobre el caso, el entrenador de los rojillos señaló que los aficionados tienen derecho a opinar y a mostrar esa opinión sobre el juego del equipo pero lamentó el hecho de que se grite contra los jovenes. "Hay momento en los que el run-run de la grada le pasa factura a ciertos jugadores. Necesitan sentirse apoyados por su gente y más jugadores que todavía tienen que ir haciéndose. En ese caso creo que hay formas que son contraproducentes", manifestó. El técnico también se refirió a voces que reclamaban un juego más directo. "Si hay alguien a quien criticar por la forma de jugar es al entrenador pero si lo que quieren es un equipo de fortaleza y juego directo creo que se equivocan de entrenador y de generación de jugadores", apuntó.
