El Lalín vio frenada su buena racha de resultados con una derrota ante un rival directo en la parte alta, el Ribadumia. Este tropiezo ha dejado a los rojinegros a siete puntos del ascenso directo y a seis de la tercera plaza. Pese a que reconoce que la derrota ha sido un duro golpe para su equipo, el técnico Luis González Pichel, no tira la toalla y confía en que sus hombres mantengan el mismo ritmo de juego hasta el final de la competición. "Tenemos que mantener la línea. Nuestro objetivo es seguir siendo competitivos en todos los partidos. Estoy seguro de que este equipo seguirá trabajando. No iremos a los partidos a pasar el rato. Debemos ser serios en la competición y lo seremos", explicó.

El cuanto al tropiezo del domingo, Pichel lamentó la oportunidad perdida de situarse a un punto del ascenso. "Creo que fue un partido en el que le pudimos hacer más daño al Ribadumia. Ellos estuvieron muy mal en la segunda parte pero a nosotros nos faltó un poco de frescura a la hora de llegar. Al final todo se terminó decidiendo con un penalti", manifestó.

El entrenador del Lalín considera que su equipo fue de menos a más para terminar haciendo méritos para llevarse la victoria. "Comenzamos mal. Nos costó colocarnos y ellos nos hicieron daño en el primer tramo del partido. Se les veía además como un equipo con mucha intensidad. Luego fuimos mejorando y en la segunda parte ya se veía que solo nos podían hacer daño con una acción individual. A nosotros sin embargo nos faltó definición. Nos fuimos cada vez más arriba y tuvimos ocasiones claras como un balón que casi remata Kevin, el disparo de Imanol al larguero o el penalti que no pitaron en la última jugada".