La cara de Álex Marque reflejaba ayer el cansancio de una dura semana. Ocho días después de que se conociese un resultado anómalo en un análisis de la Volta a Portugal y el anuncio del Movistar Team de que rompía su contrato, al ciclista estradense le tocaba volver a ponerse ante los focos. En este caso sin embargo no lo aguardaba una sala con periodistas sino sus amigos, familiares y vecinos. Fueron cientos los que decidieron acudir a una concentración convocada a través de las redes sociales y cuya finalidad era destacar el respeto que se merece el ciclista estradense y darle el respaldo que necesita en el momento más duro de su carrera.

A través de las mismas redes Marque explicaba horas después "el camino es duro pero no estoy solo. Muchísimas gracias a todos". Las palabras comenzaban a salir de la boca de un hombre al que le tocó la función de ser comedido. La cautela que ha marcado todos sus pasos desde que arrancó todo el proceso continuó ayer a la hora de volver a ponerse ante los micrófonos. "Sigo sin tener ningún tipo de notificación oficial por parte del Movistar. Entiendo que el día 1 de enero empieza mi contrato con ellos", reiteraba una vez más al tiempo que reclamaba y deseaba una pronta resolución de la UCI ante la investigación abierta por su caso. "Espero que lo puedan mirar pronto, aunque es una mala época por las vacaciones". Marque reconoce haber pasado una semana "muy jodida" después de verse acusado "por algo que no tiene lógica". A la espera de ver como se desarrollan los acontecimientos, el ciclista estradense agradeció el respaldo que está recibiendo. "Ver a toda esta gente convocada por una plataforma de apoyo... Es lo que te hace tirar para delante", explicó.

Poco antes, su amigo Diego Pernas leía un comunicado ante una pancarta en la que se podía leer "Apoio a Álex Marque Porto". La sostenían sus amigos más cercanos, promotores de una concentración a la que asistieron amigos, familiares, compañeros, representantes de un gran número de clubes deportivos de la zona, integrantes de todas las fuerzas políticas y vecinos en general dispuestos a dar su aplauso a un hombre cuya nueva meta a alcanzar es conseguir el respeto arrebatado en los últimos días.