Seis victorias en siete partidos han cambiado radicalmente la cara de un Lalín que camina con paso firme hacia el objetivo de la permanencia. La victoria del pasado domingo en el campo del Arenteiro ha situado a los rojinegros en una cómoda undécima posición con 39 puntos. Con la salvación en torno a los 44, el partido del próximo domingo contra un rival directo, el Mondariz, podría ser el paso definitivo hacia la salvación.

Así lo entiende también su entrenador, Román Blanco, quien reconoció el esfuerzo y el buen trabajo que está realizando su equipo en las últimas jornadas. "Llevamos seis victorias en siete partidos y todavía tenemos a cinco puntos los descensos de los arrastres. Eso demuestra lo que cuesta salir de ahí abajo. Puede que nos hagan falta entre 44 y 45 puntos para mantenernos. Debemos intentar conseguirlos cuanto antes", explicó.

El entrenador dezano considera además que su equipo atraviesa por un momento dulce. "Parece que ahora nos salen cosas que antes no. Tenemos además gente de banquillo, que es algo que se nota porque nos ofrece un plan B en caso necesario. También terminamos mucho más enteros los partidos que los rivales gracias a nuestra base física", manifestó.

En cuanto al partido contra el Arenteiro, Román afirmó que hubo dos partes diferenciadas, una primera para los locales y una segunda en la que fueron el único equipo sobre el terreno de juego. "La primera parte fue igualada. Para ellos era un partido muy importante y se notó. Hubo pocas ocasiones pero ellos acertaron con la suya. Fue un balón directo en el que se impusieron. En la segunda parte sabíamos que iban a ir bajando a nivel físico y el partido fue todo nuestro. Metimos a gente fresca y generamos muchas ocasiones con Matelo, Dani, Iván y Damián arriba. Incluso nos anularon dos goles. Al final terminamos marcando de falta", explicó.

La plantila quiso dedicar este triunfo al fallecido expresidente, Manuel Anxo Cortizo..