Un tanto del delantero Dani Méndez a falta de ocho minutos para el final dio el triunfo al Lalín en el derbi de rivalidad contra el Estradense. El campo de San Martiño fue el escenario de un partido que respondió a lo esperado. Ambos equipos se mostraron el respeto propio de un choque tan importante y acrecentado por el miedo a la derrota ante el gran rival. Tras una primera parte de amenazas medidas, todo apuntaba a un reparto de puntos satisfactorio para ambos. Esta tregua sin tratado no contó sin embargo con el hambre desmedida de un jugador que sale a casi un gol por partido desde su regreso.

Los derbis son partidos especiales. Se nota desde que el momento en que unos y otros analizan con detalle la alineación del rival. La distancia no permite secretos y las sorpresas consisten en fuegos de artificio que buscan más la distracción momentánea que la efectividad en sí misma. Quizás por ello, tanto Tinto como Román apostaron por dar aires nuevos a lo habitual.

El técnico del Estradense lanzó su órdago con un once y un planteamiento no visto hasta ahora. Los rojillos salieron con un 5-3-2 con Fafú en el lateral derecho y Silva en el izquierdo. Brais retrasó su posición para meterse entre los centrales y Brian y Vicente ejercieron de enganches con Unai y Escudero como delanteros.

Román tampoco se quedó atrás y presentó un 4-4-2 que le permitía poner toda su artillería en el campo. Dani Méndez aparecía como único punta nato pero una línea de media puntas formada por Damián, Matelo y Matías dió regate, combinación y llegada desde segunda línea. Atrás, sorprendió con Manu como lateral derecho en detrimento del capitán Suso.

Ya sobre el campo, ambos equipo dejaron claros sus argumentos desde el inicio. Los rojinegros renunciaron al balón y optaron por buscar la velocidad y habilidad de sus hombres de ataque a la contra o con balones directos. Los rojillos por su parte no tuvieron miedo a salir con el balón jugado, especialmente cuando consiguieron encontrar a Brian y Vicente.

Estos planteamientos dejaron una primera parte electrizante, con ocasiones claras para ambos equipos. Los rojinegros encontraron en Dani Méndez a su principal argumento. El delantero estuvo en presente en todas las ocasiones de su equipo y rozó en gol en los primeros minutos con un balón en largo en el que no pudo superar a Makelele en el mano a mano. Esta ocasión inicial fue la mejor de un Lalín en una primera parte en la que solo dejó a mayores un par de buenos centros y un disparo desde fuera del área de Matelo.

Mejor bagaje dejó un Estradense que fue de menos a más para terminar dominando por completo el partido. Las jugadas a balón parado fueron su principal arma, con remates claros de Mateo y Unai. Además, encontraron un estilete con la posición de Fafú, con una ocasión muy clara al filo del descanso

La segunda parte comenzó con el mismo ritmo, aunque esta vez con el Lalín como protagonista. El esfuerzo de la primera mitad comenzó a pasar factura a un Estradense que comenzó a sufrir para mantener a raya las contras visitantes. Así llegaron dos claras ocasiones para el Lalín, la primera con un centro de Dani que Matelo no logró rematar con todo a su favor y la segunda con un tiro dentro del área de Matías.

El partido comenzó a diluirse con el paso de los minutos y la llegada de la lluvia. Todo apuntaba a un final sin sobresaltos hasta que llegaron las dos jugadas clave. En la primera, Matelo ganó la espalda a la defensa para plantarse delante de Makelele. Chan llegó por detrás para darle el empujón justo para que no pudiese rematar cómodo. Pese a las protestas, el colegiado no señaló penalti. Tan solo unos minutos después llegaría en único tanto, con una falta lateral colgada por Iván que Dani Méndez remató solo dentro del área pequeña. El Estradense no fue capaz de inquietar a Michi en el tramo final.