La selección española se enfrentará a la de Israel con los deberes hechos tras clasificarse para el Mundial de Rusia después de ganar a Albania y cumplirá un trámite en el que sólo tiene en juego ser cabeza de serie. Ese es el único objetivo al que aspira el equipo de Julen Lopetegui en un duelo intrascendente, en el que el céltico Aspas podría ser titular después de no jugar en Alicante.

Después de firmar una fase de clasificación prácticamente inmaculada, los españoles quieren sumar una última victoria para firmar una actuación sobresaliente.

España se ha acostumbrado a clasificarse sin sobresaltos para las grandes competiciones y en esta ocasión, una vez más, estará en la fase final de un gran torneo después de disputar 9 partidos en los que sumó 8 victorias y un empate, con 35 goles a favor y 3 en contra.

El choque ante Israel será una cita festiva para España, pero con el aliciente de conseguir tres puntos para aspirar a ser cabeza de serie del Mundial para el sorteo del 1 de diciembre. Es complicado que lo consiga. Esa condición la tienen la selección anfitriona (Rusia) y las siete mejores del ránking FIFA, entre las que no está España.

Si España gana a Israel, sumaría 1.218 puntos y dependería del fallo de otros equipos. Aparte de Rusia, Brasil y Alemania ya tienen asegurada esa condición. Bélgica necesita no perder con Chipre y los posibles 1.218 puntos que consiga España podrían ser superados por Argentina, Portugal, Perú, Polonia, Suiza, Chile, Galés y Francia.

De momento, Lopetegui sólo piensa en lograr una victoria y después esperar otros resultados. No puede hacer más. Y, para conseguirlo, hará bastantes cambios respecto al último duelo contra Albania. Jugadores como el portero Kepa, Azpilicueta, Monreal, Aspas, Aduriz, Pedro Rodríguez, Bartra, Nacho Fernández podrían salir de inicio.