Diecinueve partidos han quedado atrás en Tercera División. La llegada al ecuador de la temporada sitúa al Arosa al frente de la representación de clubes arousanos además de dejarle en quinta posición a solo un punto de la zona de play-off. Pero la que está siendo la mejor temporada de los vilagarcianos en los últimos 24 años también arroja alguna sombra, especialmente en lo referido a la materia ofensiva.

La marca de 24 goles que han establecido los de Jorge Otero se antoja escasa para un aspirante a las cuatro primeras posiciones. Una falta de pólvora en ataque que al menos se ha visto compensada con la cifra de 17 goles encajados, algo que solo han sido capaces de rebajar los dos primeros clasificados, Rápido de Bouzas y Vilalbés, además del Negreira.

Esas dificultades de cara al marco contrario han tenido además como consecuencia un total de nueve empates lo que supone que casi el 50% de los encuentros disputados hayan terminado en tablas. Por si fuera poco, el Arosa es el conjunto que más veces empata de toda la categoría. Un hecho que ha menguado el efecto de haber perdido únicamente en dos ocasiones, las mismas que el Rápido de Bouzas, actual líder.

La necesidad de un delantero que alivie la escasez productiva ha vuelto a adquirir notoriedad coincidiendo con el término de la primera vuelta. Entre los tres jugadores que han ocupado la posición de "9" en lo que va de liga, es decir Hugo Soto, Cabanyes y Sylla, la cifra de tantos anotados se queda en solo siete goles. Esta cantidad, escasa a todas luces para un candidato al play-off, adquiere un contraste más nítido al observar que entre los dos centrales habituales del equipo, Rivas y Aitor Díaz, también se alcanza la misma cantidad de goles. Incluso Sidibé, mediocentro defensivo, tiene las mismas cifras goleadoras e incluso mejores que cualquier delantero de la plantilla.

Por otro lado, el club no tira la toalla en lo relativo a poder incorporar a un nuevo futbolista para reforzar la punta del ataque. La comisión deportiva, encabezada por Eduardo Carregal, apunta hacia Segunda División B para encontrar el perfil de lo que se pretende, pero ningún club está por la labor de desprenderse por el momento de sus delanteros El Arosa no tira la toalla si bien las dificultades para dar con el perfil idóneo tampoco juegan a favor.