El Céltiga está atravesando una importante crisis de resultados. Los hombres de Edu Charlín solo han ganado uno de los últimos seis encuentros, lo que ha provocado que hayan pasado de la zona noble a una situación en la que se ven demasiado cerca los puestos de descenso. En el encuentro de ayer ante el Barbadás, trataron de imponer su ritmo de juego ante un rival que igualaba el esfuerzo, lo cual generaba llegadas sin aparente peligro a las áreas, se estaba más atento a los posibles errores defensivos que a buscar la portería, pero serían los locales los que en el primer centro con peligro por la banda derecha, por medio de Nespereira, encontrara el remate de cabeza de Igor, que ponía por delante en el marcador a su equipo.

Pese al tanto, las oportunidades estaban siendo escasas, los isleños, con balones largos, buscaban la espalda de la defensa local, y llegaron a plantarse en varias ocasiones ante Berto, pero el meta ourensano supo resolver sin problemas. Incluso en el último minuto, tras un intento de remate de tres delanteros visitantes, acabaría deteniendo un remate demasiado escorado de Ramón.

Los ourensanos salieron a resolver el partido en la segunda parte, y muy pronto, incrementaron la diferencia, gracias a un libre directo ejecutado de manera magistral por Alfredo, que clavó el balón en la escuadra de Marcos. Los visitantes buscaron reducir diferencias, y cuatro minutos más tarde, fue el veterano Machu el que sorprendía con su remate a Berto.

El tanto no creó ansiedad en las filas locales, que se lanzaron a por el tanto que les permitiese cerrar el encuentro, y lo encontraron tan solo tres minutos después. Una contra por banda derecha no aciertan a finalizarla Rodrigo y Alfredo, pero si Igor que, completamente solo, batía a un Marcos que nada podía hacer para evitar el tanto.

Con las rotaciones el partido perdió en intensidad, siendo las aproximaciones a las áreas de claro color local, pero ya el esfuerzo estaba siendo mínimo pues los ourensanos, con la ventaja del marcador, especularon con la posesión del esférico e impidieron acercamientos claros del rival