Difícilmente se podría pensar en un arranque de temporada mejor para el Xuven. No nos referimos a la victoria, ni siquiera a la amplia diferencia de 22 puntos, sino sobre todo a la buena pinta que ha mostrado el equipo de Manu Santos sobre la cancha del pabellón Ángel Nieto de Zamora. Fueron cuarenta minutos de fortaleza, especialmente en la parcela defensiva, y solidaridad a la hora de repartirse el balón en ataque.

Costó algunos minutos desentumecerse. El intercambio de golpes fue constante desde el inicio y las canastas caían a partes iguales para ambos bandos, algo que se reflejaba en continuos intercambios de alternativas en el marcador. Sería en los últimos compases cuando el Xuven dio su primer paso adelante con dos triples consecutivos de Matt Don -que jugaba contra sus ex del curso pasado- y Chapela.

El primer estirón en el marcador ya no tendría vuelta atrás. Los amarillos colapsaron todas las vías de anotación de los castellanos en el arranque del segundo cuarto. Solo el tirador Forbes parecía encontrar algún resquicio, pero sin llegar a evitar que las diferencias subiesen pronto por encima de la decena (19-30).

Recurrieron los de Saulo Hernández a las defensas alternativas. El objetivo era tratar de confundir al Xuven, pero lo cierto es que mostraron una claridad de ideas abrumadora. La capacidad para generar amenazas ofensivas a partir de un juego coral y bien estructurado tuvo encima el edulcorante de la generosidad a la hora de seleccionar el lanzamiento. Ello hizo que los de Manu Santos no solo lo hicieron bien, sino también bonito y el acierto se lo premió con muy buenos porcentajes. El 33-50 que campeaba al descanso se explica en un 55% de acierto en los tiros de campo, incluyendo un sobresaliente 9/17 en triples que terminó a la conclusión convirtiéndose en un 14/25 desde la larga distancia.

Dentro de la buena línea de juego, los cambadeses se dieron una pequeña tregua en el tercer cuarto. La última canasta de Forbes en el partido estableció un 51-59, pero la capacidad de reacción visitante eliminó de cuajo cualquier atisbo de cambio de rumbo. El Xuven recuperó lo que parece serán sus señas de identidad este curso. La defensa volvió a lucir y con ello el juego ofensivo de pases lució más ante un rival abrumado por el vendaval de juego padecido.