La situación por la que atraviesa el baloncesto español ha vuelto a quedar en evidencia con el cierre del plazo de inscripción para las competiciones LEB organizadas por la Federación Española. Tal es el baile de ascensos y descensos no deportivos que las competiciones Oro y Plata continúan sin conocer sus composiciones.
Sin embargo, y pese a que suene raro, la situación no es nueva y la indefinición de las ligas es total y absoluta porque son muchos los clubes que a día de ayer no pudieron reunir las condiciones económicas necesarias para realizar su inscripción. Todo ello invita a que se repitan los tiempos de otros años, es decir, que la Federación amplíe los plazos sucesivamente y se abra a negociar algunas condiciones para poder reunir un número mínimo de clubes para conformar sus dos primeras ligas.
A día de ayer son varios los equipos que el año pasado militaban en LEB Plata que han renunciado a todo interés por permanecer en la categoría. Son los casos de los filiales del ACB del CAI Zaragoza, Fuenlabrada y del Unicaja de Málaga, es decir, Simply Olivar, CB Getafe y Clínicas Rincón, respectivamente.
Los equipos de la pasada campaña que sí han hecho efectivo el aval de 60.000 euros y los 10.000 euros de cuota son Fundación Lucentum, Aceitunas Fragata Morón, Fundación CB Granada, Sammic ISB, Ávila, Tarragona y Zornotza, además del propio Xuven de Cambados. Es decir un total de ocho equipos, seis menos que la pasada temporada.
A ellos habría que añadirle el hecho de que el Valladolid quiere seguir en la competición de Plata pese a su descenso deportivo del año pasado y varios clubes de Liga EBA también han formalizado su inscripción en la categoría. Son los casos del Zamora, el Agustinos de León o el Hospitalet, uno de los cuatro ascendidos deportivamente. También el Albacete se ha inscrito.
También se da el caso de clubes con derechos deportivos en LEB Plata que también se han inscrito en LEB Oro como es el caso del Lleida. Pero incluso hay situaciones mucho más preocupantes como la del Araberri, equipo que logró en la cancha el ascenso a LEB Oro, pero que debido a sus problemas económicos no se ha inscrito a día de ayer en ninguna categoría. Un caso idéntico al que protagoniza el Navarra, quien tendría que competir en Plata tras su descenso, pero que está rozando su desaparición.
