El último partido de la temporada trae al Villalonga la posibilidad de rubricar un año para el recuerdo. A las 18:30 horas comenzará a rodar el balón en el feudo de un Castro que tratará de remontar el 1-0 que marcó la victoria celeste el pasado domingo en San Pedro.

El gol de Jose en el partido de ida no hace olvidar la buena imagen que transmitió un equipo lucense que no se proclamó campeón del grupo norte de preferente hasta las últimas jornadas.

Precisamente lo sucedido en el partido de ida es la mejor predisposición de los de Antonio Fernández de cara a la vuelta. El buen trato de balón de los lucenses ya quedó de manifiesto en la ida, además de una presencia física importante y la calidad de jugadores como Jaime.

La trayectoria que ha venido marcando el Castro en su campo también descubre una dificultad añadida. Tanto es así, que hasta una última jornada intrascendente en la que perdieron con el Xallas, los de Iván Lamas solo habían perdido uno de los dieciocho encuentros disputados previamente.

A favor de las posibilidades del Villalonga juega la solidez defensiva que le ha venido caracterizando a lo largo de toda la liga. Los 22 tantos encajados en 38 encuentros, 39 contando con la ida de la eliminatoria, ayuda a intuir las dificultades que tendrá que superar el cuadro lucense.

La triple corona de ascenso, título del grupo norte y título de campeón autonómico de Preferente es una cuestión que seduce muy mucho a la plantilla celeste. Además, la eliminación de la Copa Diputación a manos del Alondras aumenta la motivación de un equipo que ha demostrado no dejarse llevar por la relajación pese a que ya hace dos meses que certificó el billete a Tercera División.

El técnico cuenta con toda la plantilla a su disposición para afrontar con las máximas garantías la despedida del curso.