Concello de Vilagarcía y empresa organizadora se responsabilizan mutuamente del desastre en el que se convirtió ayer el Triatlón Rías Baixas, una prueba que era puntuable para el circuito gallego y al que acudían 360 participantes. La prueba tuvo que acabar siendo suspendida ante la indignación de los participantes y la cadena de errores que ha motivado esta suspensión se dirimirá en los juzgados, ya que las dos partes tienen la intención de presentar una demanda por daños y perjuicios.

Sea de quien sea la responsabilidad, lo cierto es que 360 triatletas, muchos de ellos desplazados de lugares de toda Galicia, e incluso Madrid, se encontraron a las 10 horas con que la prueba no se iniciaba al no estar balizada la zona en la que se iba a desarrollar la competición de natación. Más tarde llegaría la información de que la Guardia Civil de Tráfico, ante la ausencia de personas suficientes en la vía rápida, decidía no permitir la celebración de la prueba por las escasas medidas de seguridad que apreciaba, mientras el malestar entre los participantes y los integrantes de la Federación Galega de Triatlón iba en aumento, optando la gran mayoría por irse antes de la decisión definitiva de suspensión

Ante esa situación, el Concello emitió de inmediato una comunicación en la que señalaba su intención de estudiar las medidas a adoptar por los "perjuicios provocados a la imagen de la ciudad", recordando que la organización del evento correspondía única y exclusivamente a la empresa GSV Sport, "de los que dependía disponer de los medios humanos y materiales suficientes para garantizar la seguridad de los corredores en el tramo de la vía rápida".

Nada más suspenderse la prueba, desde el Concello se contactó con Tráfico, que "nos informó de que no se permitió el cierre de la vía rápida por las escasas medidas de seguridad dispuestas por la organización, y las que había ni siquiera contaban con los chalecos reflectores exigibles, a lo que se suma la ausencia de señales indicadoras". La administración municipal asegura que cumplió el acuerdo firmado con GSV Sport organizando "un dispositivo especial de la Policía Local".

Para la administración municipal, el comportamiento de GSV Sport ha demostrado una gran "falta de seriedad, ya que continuaron adelante con la celebración de la prueba pese a ser conscientes de la carencia de medios que tenían". Es más, aportan como prueba que unas horas antes del inicio del triatlón "la propia empresa solicitaba voluntarios a través de su Facebook, lo que demuestra que eran conscientes de la situación". Pero lo que más se lamenta es que "se trate de responsabilizar a los colaboradores, poniendo como excusa inaceptable los 15 minutos de retraso en la colocación de las balizas por parte de Protección Civil".

Los responsables municipales piden disculpas a los participantes y "tomamos nota de la falta de profesionalidad de los integrantes de GSV Sport de cara a futuras propuestas deportivas a celebrar en Vilagarcía, ya que no estamos dispuestos a que se vuelva a arrastrar la imagen de esta ciudad".

Por su parte, el malestar de la empresa organizadora, GSV Sport, arranca en los medios que facilitó el Concello para acometer la prueba. Ricardo Collazo, responsable de Triatlón Rías Baixas, asegura que al Concello se le solicitó tener libre el estacionamiento de la TIR a las 6.00 horas para ubicar en él la transición a bicicleta. Sin embargo, cuando los organizadores llegaron al lugar se encontraron con que en el estacionamiento estaban cerca de 200 vehículos y que sus propietarios se negaban a retirar ante la ausencia de Policía Local. Una hora más tarde conseguían montar la transición con vehículos todavía por la zona, espacio que no quedó totalmente libre hasta las 9.30, hora de inicio de la prueba.

En ese momento, continúa Collazo, la organización se encuentra con que Protección Civil solo presenta una lancha de las dos indispensables para la prueba. "Capitanía Marítima nos exige dos, pero la segunda no aparece, por lo que resulta imposible seguir con la prueba", explica. A ello se suma que Tráfico, ante el retraso del comienzo del triatlón, opta por retirar el permiso para celebrarlo por la vía rápida entre Vilagarcía y Cambados. "Ante una cuestión de seguridad como esta, decidimos suspenderlo y asumimos nuestra responsabilidad, pero no la culpa de esta situación, que solo es achacable al Concello, una institución que solo tenía que aportar dos cuestiones: el espacio del parking y dos lanchas, y no hizo ninguna de las dos correctamente", explica.

Collazo asegura que va a recabar todos los permisos con los que cuenta para aportarlos a una demanda que va a presentar contra el Concello de Vilagarcía, al considerarse gravemente perjudicados por lo ocurrido. Además, garantiza a los 360 participantes que se les devolverán los 38 euros de la inscripción.