Derrota de las más ásperas de la temporada fue la que sufrió el Ribadumia en As Eiroas. No solo por el hecho de caer ante un rival directo como el Bergantiños, sino también por factores ajenos al propio equipo de David Sierra como son el viento, el mal estado del campo, el arbitraje, las pérdidas de tiempo e incluso por las lesiones.

Pequeños e importantes detalles favorecieron al hasta ayer colista Bergantiños para llevarse los tres puntos ante el Ribadumia en una verdadera final por la permanencia. Al equipo rojillo no le servía más que el triunfo y la jugada le salió perfecta, porque cortó una serie de cuatro derrotas, escaló tres puestos y se colocó a seis puntos del propio Ribadumia, el cual marca la zona de salvación y al que, además, supera en el "golaverage" particular.

Todos los errores del encuentro los puso el Ribadumia. Changui perdonó hasta tres ocasiones muy claras -sobre todo una a puerta vacía en el minuto 6-, el portero Javi Sánchez se tragó el 2-0 en un tiro desde unos 35 metros, y el marcador se abrió por un penalti muy discutible de Óscar Río. No fue la tarde del equipo aurinegro, superior al inicio y con las novedades de Óscar Río, Peña, Mou y Nando en la alineación en detrimento de Jorge Fajardo, Jon, Gabi y Agus.

El rosario de desgracias empezó desde bien pronto. Changui remató fuera con el pie en el área pequeña un centro medido de Óscar Río nada más arrancar el partido. Pero aún fue bastante más clara la que tuvo en sus botas el boirense cuando se quedó sorprendido del fallo del portero Brais, sustituto del sancionado Christopher, y tardó tanto en disparar a puerta vacía que Borja Facal llegó a tiempo para interponer el cuerpo y evitar un gol realmente cantado.

Una vez disipado el torrente de juego de los aurinegros, el Bergantiños protagonizó una clarísima doble ocasión que empezó con un tiro de David García desde fuera del área. El rechace de Javi Sánchez cayó a pues de Álex Pérez que chutó alto en boca de gol. Poco después, el colegiado no dudó en señalar penalti de Óscar Río a Borja Facal Fue en un balón dividido en el vértice del área en el que las ganas del lateral del Bergantiños de provocar la pena máxima fue determinante. Álex Pérez se encargó de materializarla.

El propio Óscar Río cayó lesionado en la infracción del penalti y fue relevado por Jorge Fajardo, a la postre el mejor hombre del Ribadumia en Carballo. Lo peor es que la lesión de rodilla del bravo lateral aurinegro no pinta nada bien a la espera de la exploración médica. De ahí hasta el descanso, primaron las imprecisiones y el juego aéreo. También hubo tiempo para una nueva polémica en forma de mano no señalada en el área del Bergantiños.

La segunda parte arrancó con un regalo del guardameta del Ribadumia, Javi Sánchez, alejado de los tres palos después de realizar un despeje y sin contar con un increíble golazo de Roberto Piñeiro por la escuadra desde cerca de 40 metros. El portero salió del área a despejar un balón a la espalda de su defensa pero golpeó defectuosamente dejando el balón a pies de Piñeiro que tuvo como aliado en su remate el viento a favor.

As Eiroas veía seguro el triunfo, sobre todo con las concesiones del adversario. Eso sí, el Ribadumia se metió en el partido al cabecear Mou el 2-1 en un saque de esquina de Jorge Fajardo. Un disparo de Matías al exterior de la red fue lo último reseñable de los locales, conservadores hasta el final debido a su muy delicada situación. Apretaron los visitantes con más corazón que cabeza. En el minuto 82, fue invalidado un taconazo desviado del revulsivo Pablo Silva por fuera de juego. Changui tuvo la opción de empatar en el minuto 92, pero no supo dirigir bien el disparo en una acción mal defendida por Sánchez, y el esférico salió a córner. Todo ello en una segunda mitad en la que las interrupciones fueron constantes.