Todo un ejercicio de superioridad completó el Cortegada ante el ADBA Avilés. El crecimiento del equipo vilagarciano es una evidencia que va incluso más allá de la inercia positiva de los resultados. La evolución individual y colectiva de las jugadoras de Rubén Domínguez volvió a quedar de manifiesto ayer. Mención aparte merece la exhibición de Amy Syll. Sus números de 19 puntos y 18 rebotes eclipsaron por completo la aportación de una Amra Dapo que dejó claro en su debut lo mucho que puede llegar a aportar por su sapiencia y veteranía.

La inexistente defensa de las asturianas facilitó en demasía el trabajo. En cada ataque el Cortegada lograba buenas opciones de anotación. Solo los porcentajes se encargaron de evitar que las diferencias fuesen escandalosas desde bien temprano.

A velocidad crucero, se llegó al inicio del último cuarto con 20 puntos de diferencia. Domínguez dio minutos a sus doce jugadoras para culminar una plácida cuarta victoria del presente curso.