El Cortegada ha hecho el más difícil todavía. No solo ha ganado a un Al-Qázeres que llegaba como líder invicto tras ocho triunfos consecutivos, sino que lo ha hecho con autoridad y dominando el encuentro tanto en ritmo como en la dirección impuesta por Rubén Domínguez desde el banquillo.

Sara Gómez y Montse Gilabert se encargaron de dar la puntilla con una actuación magistral que se mantuvo de manera constante a lo largo de los cuarenta minutos.

Sabían las vilagarcianas donde y como hacer daño a las extremeñas. También había que contar con un día de clara desconexión de su rival, especialmente en el lanzamiento exterior, para poder fraguar la sorpresa. Todo vino de cara, incluso el dominio del rebote pese a contar con una notable desventaja en las posiciones cercanas al aro.

El líder lo intentó de todas las maneras, pero las defensas cambiantes ordenadas desde el banquillo local hicieron imposible darle la vuelta al partido. El Cortegada mandó a su antojo con una acertadísima lectura del encuentro para lograr así su segunda victoria cuando todo parecía en su contra.