Los últimos malos resultados del Unión Dena han provocado la dimisión de Fernando Otero como técnico del cuadro meañés. Su puesto será ocupado hasta final de temporada por Isidro Barbeito, quien hasta ahora era su segundo. Para el de Portonovo será su primera experiencia al frente de un equipo senior, toda vez que este exjugador en su día de Vilalonga no había asumido hasta la fecha la dirección desde el banco.

Pesaron en Fernando Otero las últimas cuatro derrotas ante Nigrán, Candeán, Amanecer y, este pasado domingo, San Martín, sin haber logrado que su equipo materializara un solo gol mientras encajaba nueve. Se va con un bagaje de 8 derrotas, 3 empates y una sola victoria en esta temporada, lo que otorgan al Dena los seis puntos que lo tienen relegado a posiciones de descenso. Pero se va también con la imagen de un técnico trabajador que exprimió al máximo el potencial de una plantilla limitada en los dos años que estuvo al frente, logrando mantener al equipo dos temporada en primera autonómica, algo que hasta ahora nunca había conseguido el club.

Lo hizo cuando el plantel se ha ido descosiendo en ese tiempo por su columna vertebral, con la marcha de cuatro titulares, caso de sus dos centrales Manu y Fran, además de Jose y el goleador Alfonso al Vilalonga, y la grave lesión de Portela, el mejor jugador del centro del campo la pasada temporada y que no reaparecerá hasta después de Navidad.

Fernando Otero es claro: "Estos no son números para echar a cualquier entrenador, y si no te echan uno tiene que ser coherente consigo mismo e irse". "Me duele -continúa- por la directiva del Dena que son grandes profesionales, y por los jugadores", explica.