El Cortegada no pudo resolver el derbi provincial con el resultado deseado. En un desenlace tan igualado fueron varios los factores que jugaron en contra de las vilagarcianas, pero especialmente la lesión de tobillo de Sara en el segundo cuarto y la acumulación de faltas de Montse Gilabert fueron dos de los más importantes. A ello se le unió un final desafortunado en el que algunos problemas de rebote defensivo birlaron a las visitantes las opciones de darle la vuelta al marcador, especialmente cuando con un 57-56 y al falta de cuatro segundos, el Arxil cogió rebote tras un tiro libre propio que finiquitó su triunfo.

Desde el comienzo el conjunto de Rubén Domínguez trató de condicionar la defensa pontevedresa a partir de su superioridad en centímetros. Amy Syll y Mame Sy ejercían de torres sobre las que giraba el juego de su equipo. Sin embargo, en el segundo cuarto todo comenzó a torcerse. Lo primero fue el tobillo de Sara tras un lanzamiento a la desesperada de más de ocho metros que le mandó al banquillo a vendarse fuertemente. Volvió a la cancha pero con una cojera evidente.

Los cambios defensivos del Arxil frenaron la fluidez de las vilagarcianas. Tal fue el parón anotador de las visitantes que llegaron al descanso por detrás (29-28). Lo que parecía claro es que el partido estaba destinado a un final a cara o cruz. En ese vaivén de dinámicas, al Cortegada le tocó la inercia positiva en el tercer acto. Salomé García tiraba de las suyas en materia anotadora en la fase en la que Amy Syll tenía una especial sobrevigilancia.

En el desenlace, algunos despistes y la falta de acierto en el tiro libre terminaron por desequilibrar la balanza en favor de un Arxil que se lleva una victoria que obligará a las vilagarcianas a recapacitar.