El Deportivo Xil volverá a jugar esta temporada en As Cachizas tras fracasar otras alternativas que barajaba el Concello para darle cabida en otro campo mientras se amplia y se dota de césped artificial el de A Toxa, situado en Meaño y llamado a ser sede del Xil en las próximas temporadas.

La alcaldesa Lourdes Ucha, que se había comprometido en esa labor, barajara la posibilidad de Ribadumia primero y luego contactó con el Noalla. La primera opción resultó inviable pero en la segunda parecía que podía haber acuerdo, si bien el coste cero que pretendía un equipo humilde como el Xil no era posible.

"Si había que pagar preferíamos jugar otra vez en Dena -aseguraba el presidente Ricardo Pardo-, porque muchos de nuestros jugadores son de ahí, a la afición le queda más cerca y tenemos más sensación de estar en casa". El Dena dijo al final de temporada que el mal estado de su césped artificial obligaba a reservarlo para los equipos del club. Sin embargo, al final la directiva que preside Juan José Castro reconsideró su postura y acogerá de nuevo al Xil, aunque esta vez a cambio de una contraprestación de 175 euros al mes para ayudar al mantenimiento del campo.