El Celta necesita resultados positivos con urgencia porque el domingo inicia un mes clave para conocer sus posibilidades de ascenso. Por eso, Juan Ramón López Caro ha aumentado la intensidad de los entrenamientos, que los jugadores han acogido con buen talante.

La plantilla comienza a vislumbrar en los entrenamientos la exigente metodología de Juan Ramón López Caro. El técnico quiere mejorar la preparación física del equipo para evitar que el cansancio pase factura en el segundo tiempo, como ocurrió el pasado sábado en Albacete cuando dominaba el juego y el marcador.

De hecho, la sesión de ayer duró dos horas, treinta minutos más de lo habitual en los últimos tiempos en A Madroa. Los rondos han pasado de moda en las instalaciones deportivas célticas. Ahora prima, por ejemplo, ensayar el juego por las bandas y la presión desde la delantera. Y si no fuese suficiente, hoy se doblará el trabajo.

"Es un entrenador que exige mucho", recordaba ayer Rubén González sobre quien fue su técnico en el filial del Real Madrid. "Le gusta la seriedad en el trabajo y, como se está demostrando estos días, tenemos entrenamientos muy intensos, con mucha agresividad, con muchísima concentración". "El propio técnico marca esa intensidad, cosa que repercute y ayuda al jugador. Son entrenamientos que vienen muy bien al futbolista de cara al domingo, que es lo que importa", conviene el zaguero compostelano sobre López Caro.

La visita del Numancia a Balaídos (domingo, 12.00 horas) marca el comienzo de un duro mes de competición para el Celta, que tendrá enfrente a cuatro rivales de la parte alta de la tabla. Después de los sorianos, los célticos viajarán a Gijón, recibirán al Racing de Ferrol y acudirán a San Sebastián.

Ante estas jornadas claves para el futuro del cuadro vigués, López Caro espera tener al equipo en óptimas condiciones. "Está trabajando fuerte para que todo el mundo esté bien físicamente", expresaba ayer Diego Costa. El delantero brasileño resalta las ventajas de endurecer los ensayos: "Yo mismo no estaba muy bien físicamente, por lo que me parece bien que se entrene fuerte".

El entrenamiento de ayer discurrió con la pelota por medio. Veintidós futbolistas de la primera plantilla -ausentes Okkas, Peña y Diego Suárez- formaron distintos grupos y disputaron varios partidillos en espacios diferentes. López Caro daba instrucciones desde el centro y sus ayudantes -Antonio López y Juanma Maqueda- hacían indicaciones desde los laterales.

"Con el nuevo entrenador tenemos que asimilar nuevos conceptos", señala Rubén, que apela a la "paciencia", aunque explica que en Albacete ya pudieron verse algunas de las enseñanzas del técnico sevillano: "Se vio sobre todo en la primera parte porque en la segunda nos faltó un poco más de orden. Pero yo creo que estamos en el camino y que se podrá ver este domingo porque creo que el equipo va a asimilar perfectamente lo que quiere el entrenador".

López Caro, como reconoce Rubén, quiere un equipo "más agresivo", que la presión la inicien los dos delanteros, que se juegue con mayor orden y con las líneas más juntas.