El FC Barcelona superó sin sobresaltos su compromiso en La Rosaleda ante el colista Málaga para mantener su rumbo hacia el título en LaLiga Santander, una jornada 28 que se perdió Messi por paternidad y que aprovecharon como desfogue Coutinho y Dembélé, antes del compromiso ante el Chelsea por el futuro en Champions.

Ernesto Valverde no pudo contar con el '10', padre por tercera vez justo este sábado, ni tampoco con el lesionado Iniesta, pero no les echó en falta. El Barça se encontró con el partido más plácido de la temporada, nada que ver con el sufrimiento y la liga perdida el año pasado ante el Málaga de Míchel. Sin una idea clara de cómo jugarle al líder, los malagueños hicieron aguas en la primera media hora. Los goles de Luis Suárez y Coutinho, sumados a la expulsión por roja directa de Samu García en una entrada a Jordi Alba, mataron el partido. El Barça dosificó y Valverde ni siquiera vio necesidad de dar excesivo descanso a algunos pilares.

Después precisamente de superar al Atleti el pasado fin de semana, el Barça no tuvo trampa en La Rosaleda. Los de José González no mordieron atrás ni adelante, sufrieron en la espalda los desmarques visitantes y la presión que pronto generó ocasiones azulgranas. Con facilidad, las paredes del Barcelona llegaron a los dominios de un Roberto con mucho trabajo.

El meta madrileño salvó el mano a mano con Luis Suárez pero a renglón seguido el uruguayo puso su cabeza en el camino de un centro teledirigido de Alba. Sin mimbres para aguantar el golpe, el desplome del Málaga fue automático a continuación con el tanto de espuela de Coutinho asistido por Dembélé tras una buena acción en la derecha. Primeros destellos del joven galo.

La desesperación malagueña quedó reflejada en la entrada de Samuel a Alba, que dejó a los locales con 10 para una hora de partido. Una excusa perfecta para que el Barça bajara el telón a su visita a Málaga, con posesión y control.

Los de Valverde perdonaron en la segunda mitad, con Dembélé y Coutinho buscando su sitio. Una tarea con más trabajo acumulado para el francés, que no deslumbró en exceso pero al menos dejó algo de atrevimiento al encarar para cuajar su mejor actuación azulgrana. Más presencia ofensiva, como se le presupone en una inversión de 140 millones de euros, aunque fuera más como asistente, regalando una opción de oro a Umtiti.

La dupla millonaria que completa Coutinho desde el mercado de invierno también aprovechó la pachanga para enseñar un repertorio cada vez más conocido en la liga española. El brasileño lo intentó sin premio. Valverde pensó en el Chelsea en el minuto 75, sustituyendo a Sergi Roberto y Jordi Alba. Mientras, La Rosaleda mostraba su enfado.