El Pontevedra vuelve a sentirse fuerte en Pasarón. El conjunto granate mostró en la tarde de ayer su cara más agresiva y efectiva frente a un Racing de Ferrol que acudía a la cita con la esperanza de sacar algo positivo e iniciar su particular remontada en la tabla. No pudo ser. El equipo de la ribera del Lérez sabía de la importancia del choque y esta victoria le aleja a ocho puntos de su rival y le mantiene fuera de la zona complicada de la clasificación.

El choque comenzó muy trabado. El respeto se respiraba en cada acción. El Racing de Ferrol sabía que tenía que ganar y con esa impaciencia quiso jugar el Pontevedra, en el que Luismi sorprendió con un cambio de sistema más propio de la anterior etapa de Luisito. Darío Flores entraba en escena por primera vez en la liga y el cuadro granate volvía a los tres centrales y dos carrileros.

Con mayor protección a la figura de Edu, el equipo lerezano se sintió más seguro y confiado para lanzar una presión asfixiante y cortocircuitar al Racing de Ferrol en cada jugada. Así, en el minuto 23 ya lograba poner el marcador de su parte, y ocho después lograba el segundo.

Con el 2-0, el Pontevedra supo controlar perfectamente a un Racing indolente. Su banquillo buscó la reacción tras el descanso agotando todos los cambios en el descanso, pero lo que llegó fue el tercero de los lerezanos, que tenía el partido controlado y entonces sí replegó velas buscando protegerse y arañar al contragolpe. Fue a partir de ahí cuando los departamentales dispusieron de algunas ocasiones.