El Rápido de Bouzas despide el año de su debut en Segunda División B ante un rival directo en la clasificación, el Navalcarnero. El equipo madrileño aventaja a los aurinegros en un punto, y el sueño de los jugadores entrenados por Borja Jiménez es lograr los tres puntos para acabar el año, y la primera vuelta con treinta y puntos, lo que será un espaldarazo casi definitivo para certificar la permanencia en la categoría.

El Nalvacarnero solamente ha perdido dos encuentros en su terreno de juego, ante el Deportivo B y el San Sebastián de los Reyes. Al igual que los jugadores boucenses, son uno de los equipos revelación de la temporada al estar peleando por meterse lo más arriba posible.

Borja Jiménez recupera para este encuentro a sus dos jugadores sancionados, Yago Pérez y Óscar Sielva, con lo que recupera el juego creativo en el centro del campo. En esta ocasión pierde a Pedro por sanción, con lo que una vez más la convocatoria será de lo más justo. Una situación nada deseable pensando en la segunda vuelta que comienza en tres semanas tras el periodo vacacional. Es un hecho que el equipo auriengro será uno de los más activos en el próximo mercado invernal, pues necesitan urgentemente refuerzos para afrontar una segunda vuelta en donde todos los equipos se conocen y ya no hay tantas posibilidades de sorpresa como al comienzo del campeonato.

Julián Calero, entrenador del conjunto madrileño, no cuenta en esta ocasión con Carlos y Sergi, mientras que Cidoncha y Joaquín, con problemas físicos, serán dudas hasta el último momento.

El Navalcarnero jugó la semana pasada en el campo de Barreiro ante el Celta B en el medio de la ciclogénesis que azotó a la ciudad de Vigo. Fue un partido extraño, en donde un gol de Dennis, al comienzo del encuentro, marcó el desarrollo del mismo.

Un partido, el de esta mañana, que se disputa en un terreno de juego con unas características especiales, pues todavía es más pequeño que el Baltasar Pujales. Además, es un campo al que acude un buen número de aficionados, con una grada muy encima del campo y que presiona mucho. Las medidas del campo le pueden venir bien a los jugadores vigueses, que ya están acostumbrados a este tipo de situaciones y podrían sacar un buen rédito. Lo que está claro es que sacar algo positivo serviría para certificar un brillante inicio de temporada, que deja la permanencia prácticamente atada a la mitad del campeonato.