Chris Froome está en un lío. El ciclista británico, el gran dominador del pelotón mundial que se ha llevado a casa los últimos cuatro Tour de Francia, sobrepasó el límite permitido de Ventolín en la etapa de Santo Toribio de Liébana de la última Vuelta a España. El broncodilatador , habitual compañero de los asmáticos diagnosticados como Froome, es de esas sustancias que se mueven en el alambre para la Agencia Mundial Antidopaje.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) confirmó la noticia que ayer agitó la mañana en el mundo. Se le había encontrado salbutamol (el principio activo del Ventolín) por encima del límite diario permitido, 1.000 nanogramos por mililitro. Según un comunicado emitido por su equipo, el Sky, en la muestra de Froome "los análisis indican una presencia de salbutamol en una concentración de 2.000 nanogramos por mililitro".

Este medicamento está permitido por inhalación a todos los corredores que lo notifiquen y presenten un certificado de padecer asma (como el caso de Froome), enfermedad para el que está aconsejado. Una cantidad superior a la fijada por la AMA puede entrañar que añada el efecto anabolizante, y también puede suponer que se ha administrado por vía oral (prohibida) para aumentar su potencial, pues por inhalación simplemente es difícil llegar a tal concentración en el organismo. Entonces su uso se considera dopaje.

"Como todo el mundo sabe, sufro asma", dijo en el comunicado de su equipo el británico. "Conozco perfectamente las reglas. Uso un inhalador para controlar los síntomas, y siempre dentro de los límites permitidos. Mi asma fue a peor según avanzaba la Vuelta y, aconsejado por mi médico, aumenté la dosis". La etapa de Liébana fue una de media montaña en la última semana de la Vuelta, de cortas y repetidas ascensiones. Froome, líder claro de la ronda, controló en todo momento a todos los favoritos. Es práctica habitual de los ciclistas usar el Ventolín para abrir los pulmones y respirar mejor después de los esfuerzos que suponen las ascensiones. Horas después, a través de Twitter, Froome agradeció el apoyo recibido y se mostró confiado de que podrá demostrar que el uso del medicamento fue debido a la prescripción médica y no en busca de un mayor rendimiento.

La UCI, a la que se le escapó el asunto una vez más por una filtración, anunció un expediente informativo al líder del Sky, que aportará informes para demostrar que fue su organismo el que retrasó la absorción del Ventolín e hizo que se acumulara en tal cantidad.

Otros grandes campeones del pasado, como Miguel Indurain, Alex Zülle, Jan Ullrich o Igor González de Galdeano, han tenido positivo por Ventolín en su carrera. Ninguno fue sancionado. Tampoco lo fue Froome por el positivo por prednisona, un corticoide, en el Tour de Romandía de 2014 porque sufría una pulmonía y los médicos le permitieron medicarse en las cantidades que luego aparecieron en las muestras. Pero el corredor se arriesga a una suspensión y que pueda perder la Vuelta a España e incluso, dependiendo de la suspensión, no estar en las próximas ediciones de Giro y Tour.