La selección italiana hoy a Suecia en el partido de vuelta de la repesca para acceder al Mundial de Rusia 2018 y lo hará con la obligación de remontar el 0-1 de la ida, para evitar un fracaso que se quedaría en la historia.

El seleccionado italiano solo faltó en dos ediciones de los Mundiales, la primera de 1930 y la de 1958, y se medirá con una Suecia que, tras la victoria del viernes, acaricia el sueño de completar el trabajo y regalarse el pasaporte para Rusia.

La Federación de Fútbol italiana eligió San Siro de Milán como sede del duelo, un coliseo de gran tradición al que acudirán 72.000 espectadores para intentar empujar a un equipo en profunda crisis.

Será un duelo trascendental para las dos selecciones, que podría marcar además el fin de la carrera como internacional del guardameta y capitán Gianluigi Buffon, que a sus 39 años disputa su última temporada como futbolista.

El gol marcado por Johansson en la ida le dio a Suecia una ventaja preciosa y complicó aún más el trabajo de una Italia en evidente dificultad psicológica y táctica, que nunca logró poner en apuros a la defensa sueca en el Friends Arena.

El hecho de jugar la vuelta en casa permitirá a Italia contar con la ayuda del público, pero al mismo tiempo requerirá a los "azzurri" disputar un partido sin el mínimo margen de error defensivo, ya que recibir un gol les obligaría a marcar tres para pasar de ronda.

El técnico sueco Janne Andersson debería confirmar casi la totalidad del once que ganó a Italia el viernes, con la única excepción del sancionado Mikael Lustig en el lateral derecho.