El Sevilla volvió al Sánchez Pizjuán casi un mes después y volvió a ganar (2-1) para recupera posiciones en la tabla y encontrar algo de tranquilidad, y además lo hizo ante un Leganés al que le faltó más claridad en el ataque y que truncó su marcha triunfal de las últimas semanas.

La formación andaluza no jugó un gran partido y volvió a evidenciar lo que le cuesta marcar y más ante un rival bien trabajado que luchó siempre por llevarse algo positivo.

Volvió el equipo del argentino Eduardo Berizzo a su estadio tras cuatro partidos consecutivos como visitante entre las tres competiciones en las que participa y lo hizo con la necesidad de ganar para no verse más descolgado en la liga después perder en las anteriores jornadas en San Mamés ante el Athletic (1-0) y en Mestalla frente al Valencia (4-0).

Para ello tenía que superar a un Leganés que llegó al Ramón Sánchez Pizjuán quinto clasificado, con solo tres goles y que le generó muchos problemas hasta que Sarabia solucionó el duelo con un golazo.