El Valencia Basket cerró un 2017 de ensueño al ganar su primera Supercopa Endesa en el feudo del Herbalife Gran Canaria por 63-69, en la que ha sido su cuarta final consecutiva después de las de la Copa del Rey, Eurocup y Liga Endesa en la pasada temporada

El conjunto valenciano ha protagonizado esta nueva gesta en una competición en la que no participaba desde hacía tres ediciones y, con su triunfo, ha alargado la maldición de todos los anfitriones de la Supercopa que, como en esta ocasión le ha ocurrido al 'Granca', siguen sin hacer valer los factores cancha y afición.

Los precedentes no invitaban al optimismo isleño, pues este choque se había vivido en 50 ocasiones en la Liga Endesa y el balance era muy favorable a los levantinos (34-16), que también ganaron tres de los cuatro partidos jugados ante el "Granca" en la Copa del Rey.

Con todo en contra, marcador, ambiente y dinámica de juego, los pupilos de Txus Vidorreta apretaron dientes para meterse en el partido antes del descanso con un tiro de Dubljevic y dos aciertos de Diot, que frenaron de raíz el vendaval de los isleños (32-23).

En la reanudación, un parcial 0-10 del conjunto levantino respondió al triple de McKissic y el pabellón enmudeció.

El Valencia Basket se puso por delante en el marcador (39-44). Los de Luis Casimiro, con el empuje de Pablo Aguilar, dejaron las espadas en todo lo alto para los diez minutos finales (46-48).

Sin embargo, el conjunto valenciano había encontrado la buena línea y poco a poco intentaba abrir brecha. Markus Eriksson mantuvo intactas las opciones de los suyos con dos triples seguidos, pero Green apareció para asumir la responsabilidad y replicó con cinco puntos que aseguraron finalmente el triunfo de los suyos.