"No hay que pensar mucho, ni darle muchas vueltas a la cabeza". Es la mejor estrategia para afrontar una cita como las "24 horas de Vigo", organizada por el club Castrelos 20:30.

Será la tercera vez que Antonio Teijido participe en esta exigente cita. En la primera ocasión fue décimo y el año pasado se proclamó ganador individual tras completar 191 vueltas al circuito de un kilómetro del parque vigués. "Este año intentaré volver a ganar, pero en una carrera tan larga nunca se sabe. Sobre todo lo que quiero es disfrutar porque hay un ambiente increíble", afirma este corredor de Guitiriz.

En una cita de este calado la estrategia juega un papel fundamental. "Al principio, sobre todo, fui muy despacio para no desgastarme mucho, o lo menos posible. Así que al principio iba bastante atrás, pero corrí los cien primeros kilómetros casi sin parar y ahí ya iba primero. Luego ya juegas con esa ventaja. Vas viendo si se acerca alguien apuras un poco más, si puedes claro", bromea.

El año pasado la victoria le llegó casi sin esperarlo. "Ganar no lo esperaba. Sabía que más o menos llegaba bien, pero esa carrera con ganar nunca cuentas. Puedes ir muy bien y a la media hora no poder continuar", explica.

Desde la primera vez que participó quedó encantado con las 24 horas de Vigo por muchos motivos. "Me gustó ya la primera vez que participé. Ya quedara décimo y no contaba tampoco con ese puesto. Me gustó y ahí decidí que siempre que pudiera iría. Aunque no ganes, lo pasas muy bien. Conoces mucha gente y hay muy buen rollo", explica.

Hace dos años en Vigo participó por vez primera en una carrera de estas característica. "Era la primera vez que participaba en una prueba de 24 horas. Había corrido maratones y medias maratones pero de 24 horas nunca. Al ser por aquí cerca, me animé a probar. Un nuevo reto. Ya estaba cansado de carreras cortas y me animé a probar algo diferente. Me gustó mucho y ya estoy viciado", anuncia.

Para preparar la cita del próximo fin de semana, Teijido compitió en las 6 horas de Ponteareas hace un mes. Acabó segundo. "Fue una buena preparación para la carrera de Vigo, que tiene una organización increíble, con un trato impresionante hacia los atletas. Son muy cercanos y cualquier cosa que te haga falta, al momento lo tienes. Están muy pendientes", resalta.

Así que no se lo ha pensado dos veces y el sábado estará en Castrelos, arropado por un buen número de familiares. "Vamos varios, en plan de pasar el fin de semana en Vigo. Mientras yo corro ellos estarán por allí y disfrutarán seguro del ambiente", comenta.

Y aunque su mayor intención es disfrutar de la experiencia, no oculta su ilusió por volver a intentar proclamarse ganador. "Va a estar difícil. La preparación fue buena pero no me obsesiona, la he preparado bien, llevo tres meses preparando esta carrera, y he acumulado sobre unos 1.300 kilómetros, pero no tiene que ver, te puede salir mal. Voy a pasarlo bien".

Las 191 vueltas que dio al circuito de Castrelos el año pasado se quedaron muy cerca del récord de la carrera. "El récord estaba en 200", apunta. "Yo este año voy a disfrutar, a lo que salga la verdad. Y si puedo, por qué no intentar batirlo, pero me da igual realmente".

El calor es otro aspecto importante a la hora de correr. "En la primera edición recuerdo que hizo mucho calor, lo pasamos muy mal. Si hace mucho calor tienes que tener cuidado con eso". Además, también tendrá que dosificar esfuerzos. "Cuando noto alguna molestia o que me va a dar un calambre intento parar y estirar, no dejar que el cuerpo se vacíe de todo porque luego es más difícil recuperar. Mi novia es fisio y con eso tengo un poco de ventaja. También hay que intentar beber lo que puedas y sufrir. A veces te cuesta más de cabeza, porque te da mil vueltas y tienes tiempo a pensar en todo. Como no lleves la cabeza con las ideas claras, lo pasas muy mal la verdad. Hay que tratar de llegar allí y disfrutar porque si te agobias se hace mucho más duro", advierte.