La maestría de Rafael Nadal se impuso a los 21 años del ruso Khachanov, y el español se colocó en los octavos de Wimbledon al derrotarle por 6-1, 6-4 y 7-6 (3) en dos horas y 15 minutos, para citarse con el luxemburgués Gilles Muller, su verdugo en la segunda ronda de 2005.

La pista central se le da bien a Nadal. Ya lleva dos partidos seguidos sumando allí confianza (el primero lo ganó en la número uno contra el australiano John Millman) y el de Manacor prosigue su marcha triunfal sin ceder un set, tras ganar su décimo Roland Garros, donde tampoco concedió uno. Continúa Nadal sublime en ese aspecto, porque con la victoria de ayer lleva ya diez partidos disputados (siete en París, tres en Londres) sin ceder un parcial, y elevando la suma en su cosecha a 28.

Con esta marca, Nadal ha igualado el récord que mantenía desde los cuartos de final de Wimbledon en 2010 a la final del Abierto de Estados Unidos ese mismo año.

Con el golfista español Sergio García luciendo orgulloso en el palco real su chaqueta verde ganada en el Masters de Augusta, el encuentro fue plácido para Nadal, que comenzó arrollador ganando los cuatro primeros juegos en 13 minutos, colocando servicios con regularidad y sobre todo, jugando agresivo.

Nadal solo cedió una vez su saque (en el 4-1 del segundo set) y logró romper el del discípulo de Galo Blanco, un poderoso jugador que conectó 13 directos, pero con problemas para agacharse como la hierba solicita, en tres ocasiones. Solo la incertidumbre rondó la pista en el último set en el que el ruso tuvo incluso una bola de set, pero acabó cediendo en el tie-break con cierta facilidad.

Por otro lado, el español Roberto Bautista dio una de las grandes sorpresas del torneo al eliminador al japonés Nishikori, noveno favorito, por 6-4, 7-6 (3), 3-6 y 6-3, en tres horas y 21 minutos.