Álvaro Morata se hizo eco ayer de la noticia que nadie esperaba. El Manchester United se haría con los servicios del belga Romelu Lukaku, de 24 años de edad por 85 millones y medio de euros, que milita ahora en las filas del Everton.

De esta forma, el delantero madrileño quedaría fuera en la operación si este hecho se confirma. Los de Manchester no quieren otra cosa que presionar al Real Madrid para que ceda por Morata y se haga efectivo su traspaso.

Entre el club madrileño y los ingleses no se ha conseguido ningún acuerdo. El club blanco pide 80 millones por su delantero, y el United oferta solo 73, por lo que si se complicara la operación, o no llegase a hacerse efectiva, el United tiene otro as en la manga, Lukaku.

El entrenador del United, José Mouriño, y los dirigentes del club tienen mayor simpatía por el delantero blanco, pero como ayer confirmó la BBC y Sky News, la entrada de Lukaku en estas negociaciones por el puesto de delantero del club inglés pueden alejar a Morata considerablemente.

Las relaciones entre el Madrid y el Manchester siempre han sido conocidas por sus desavenencias, y es que no solo con la "operación Morata" está habiendo problemas. En el pasado también estalló la guerra entre ambos clubes por la famosa crisis del fax del 'caso De Gea'.

Mucho se habló de la incompleta gestión burocrática que impidió que el portero español llegase al Bernabeu y que Keylor Navas pusiese rumbo a Old Trafford. Pero poco de los encontronazos posteriores entre Madrid y United que deterioraron las relaciones.

Esa tensión se está notando dos años después en las negociaciones para el traspaso de Álvaro Morata.