Patxi Salinas, entrenador del Rápido de Bouzas, no sabía a donde atender nada más concluir el encuentro de ayer. Abrazos con los jugadores, besos, fotos con aficionados. El Rápido estaba en la final de la fase de ascenso. "El mes se me va a hacer largo", afirmaba el entrenador del cuadro aurinegro tras finalizar el encuentro. "No contábamos con esto y la verdad es que el ambiente es maravilloso, el partido fantástico. Ilusionados y a ver mañana lo que nos depara el último sorteo".

Sobre lo que fue el encuentro ante el Villa de Santa Brígida, Salinas indicó que "el partido fue tal cual lo esperábamos. Habíamos hecho un análisis del partido y se no ha movido un ápice. Ellos llevando el peso del partido, nosotros atrás, saliendo con las contras. Hemos tenido tres o cuatro contras que ya debimos haber marcado antes y haber sentenciado el partido . El partido transcurrió tal y como lo habíamos planteado y se ha dado así".

"La temporada empieza a ser muy larga para nosotros, plantilla muy corta con unos jugadores que han dado un resultado sensacional. Nos queda el último esfuerzo y a ver si somos capaces de aguantar quince días más porque nos queda el último sprint, pero con el calor empieza a ser duro. Pero vamos a hacer el último esfuerzo".

El entrenador avisa que "vamos a sacar las fuerzas de donde no las tengamos. Quedan ciento ochenta minutos de eliminatoria y vamos a ir a muerte por el partido que nos queda y vamos a intentar que este sueño sea realidad. Nos quedan dos semanas y hay que echar el resto y no dejar dentro ni una gota de gasolina y si Dios quiere, y la suerte nos acompaña, a ver si somos capaces de alcanzar el objetivo".

Sobre el último rival de la fase, Salinas pide "un viaje corto, que este ha sido muy largo. Un equipo del sur tampoco nos vendría demasiado bien, porque a estas alturas del año el calor juega también un papel muy importante. No se, si pudiéramos elegir, pero como no podemos hacerlo, lo que sea el lunes lo que sea y esperar tranquilos a ver si tenemos un pelín de suerte en el sorteo y creo que más no se nos puede pedir. Lo hemos dado todo".

El técnico se despidió agradeciendo el apoyo desde la grada pues "cuando no teníamos fuerza la gente nos empujó".