El Choco cerró la temporada con una victoria en una última jornada sin historia entre ds equipos que no se jugaban nada al haber sellado ambos ya su continuidad en la categoría con anterioridad. Los pupilos de Marcos Montes dominaron prácticamente por completo la primera media hora de juego, en la que lograron una interesante renta de dos goles, pero vieron cómo poco a poco el Barco fue mejorando hasta conseguir equilibrar el marcador. Y cuando parecía que el encuentro iba a finalizar con empate, un gol en su propia portería de Adil al intentar despejar un centro sin aparente peligro, dio los tres puntos a los locales.

Los redondelanos empezaron muy bien el encuentro, con mucho ritmo y fluidez, adelantándose incluso en el marcador cuando estaba a punto de cumplirse el primer cuarto. Fue en una jugada por la banda izquierda de Félix, en la que consiguió llegar hasta la línea de fondo y poner un centro raso que Silva logró rematar con la zurda. Su disparo se encontró con una buena intervención de Óscar pero Marcos, muy atento en el segundo palo, consiguió enviar el rechace al fondo de la portería visitante.

Pocos minutos más tarde, una buena recuperación en mediocampo permitió al Choco encontrar la carrera de silva con un balón en profundidad y que éste recortase a Cristóbal para disparar desde la frontal y conseguir el 2-0.

Cuando parecía que el conjunto de Marcos Montes tenía el encuentro aparentemente controlado, la lesión de Caloi, que tuvo que ser sustituido a la media hora de encuentro, provocó un drástico cambio en la tendencia. El Barco empezó a mejorar muchos enteros su rendimiento y, además, se encontró con el premio del gol en una acción mal defendida por los locales y perfectamente definida por David Álvarez, con una bonita tijera para superar por alto a Adrián.

El aviso del Barco se convirtió en una realidad en la segunda parte. Un error en la salida entre Alberto Suárez y Gabi Misa permitió a los visitantes hacer llegar el balón a Ballesteros, que amagó el disparo para realizar un recorte con el que se deshizo a la vez del central y el meta local para con su otra pierna empujar la pelota a la red y conseguir el 2-2.

Cuando parecía que el encuentro iba a finalizar con la igualada, una llegada por banda derecha de los redondelanos sin ningún aparente peligro acabó con la pelota en la portería del Barco al tratar Adil de despejar un centro que no tenía rematador. El susto llegaría en el tiempo de prolongación, pero no llegó a más.