El Valladares sumó su segundo triunfo consecutivo como local y aparca de momento su mala racha de resultados de las últimas jornadas gracias a un tanto de Tomás al poco de comenzar la segunda parte. Un gol que sirvió para desequilibrar un mal encuentro, con poco fútbol y escaso ritmo por las constantes interrupciones, en el que la mejor noticia para los vigueses fue que los tres puntos se quedaron en A Gándara.

Porque los cuarenta y cinco minutos iniciales tuvieron un claro color visitante. El USD O Grove, más acostumbrado que su rival a un juego físico y de mucho contacto, estaba más cómodo en ese decorado de partido y eso se notó en una primera parte en la que llevaron la iniciativa.

El comienzo de la reanudación invitaba a pensar que el encuentro iba a cambiar muy poco hasta que Tomás encontró el tiempo suficiente con el balón controlado al borde del área para levantar la cabeza, ver la posición adelantada de Belay y superar al meta visitante con una sutil vaselina.

El último suspiro del partido, llegó con polémica al reclamar los visitantes, con el tiempo prácticamente cumplido, una caída dentro del área que el colegiado no juzgó como penalti.