El sueño europeo del Mecalia Guardés concluyó en cuartos de final, nuevo techo histórico del club. El H65 Hoors Hk, que en Suecia había sufrido y remontado para ganar (24-21), se mostró invulnerable en A Sangriña (24-29). El entrenador del equipo gallego, José Ignacio Prades, cuyo fichaje el pasado verano ha revitalizado el proyecto guardés, admite la justicia del resultado y valida el esfuerzo de sus jugadoras. El recuerdo de la gran trayectoria continental no se apaga. Alimentará a las gallegas en su lucha por conquistar su primer título. Tanto en Liga como en Copa de la Reina tienen opciones.

"En el deporte hay que saber ganar y saber perder. Y hay que ser honesto y a veces rendirse a la evidencia", reflexiona Prades. "El Hoors ofreció en el partido de vuelta una muy buena imagen, fue superior a nosotras. Debemos reconocer que el rival ha sido mejor. No le pongo ningún pero al trabajo del equipo. Hicimos muy buen partido en Suecia y no tan bueno aquí, quizás un poco más presionadas por el hecho de jugar en casa. Ellas estuvieron muy serias y defendieron mejor. Peleamos la eliminatoria con uno de los favoritos a llevarse la Challenge. Estoy muy orgulloso de las chicas".

Nunca se palpó en A Sangriña la posibilidad de remontar. El Mecalia solo lideró el partido con el 11-10. En Hoor, en cambio, controlaron el marcador hasta el minuto 45 y fallaron con el tiempo cumplido un penalti que al menos hubiera reducido a dos la ventaja adversaria. Pero Prades no se devana los sesos: "Si hubiéramos sacado mejor resultado en Suecia, habríamos tenido las mismas dificultades para sacar el partido de casa. Quizás a nosotros nos pesó un poco la responsabilidad. Cuando en los últimos minutos vas tres por debajo, más otros tres de desventaja, te parece inaccesible. Quizás con una menor ventaja le habrían podido entrar los nervios al rival. Pero ellas entraron muy bien al partido, cosa que no hicieron en la ida. Y la confianza de la renta les ayudó a jugar de la manera que jugaron".

Al técnico no se le ocurre ni un solo reproche a sus discípulas: "Hay que felicitar a las chicas por todo el trabajo que han hecho, por cómo pelearon. Fue duro jugar contra ese equipo. Ofensivamente necesitamos sufrir mucho y arriesgar el físico para penetrar su dispositivo defensivo. Las chicas se jugaron la cara. Sufrieron golpes. Aguantaron todo lo que vino. Estoy muy orgulloso".

La plantilla descansó ayer y tendrá libre viernes, sábado y domingo. "Descanso, poquito. El calendario nos ofrece un pequeño respiro, que vamos a utilizar para descansar mentalmente. Físicamente el equipo está bien y responde. En el aspecto psicológico sí que necesitamos esa desconexión para afrontar el último tramo de la competición", explica Prades. "Quedan ocho partidos de Liga y la Copa de la Reina. Estamos en disposición de pelear las dos competiciones en las que continuamos. Hay que ser optimistas".

En Liga, las citas más trascendentales se acumulan en las próximas semanas. El torneo se reanuda el día 25 con el derbi en Porriño. El Rocasa, tercero, visita después a Sangriña. Tocará viajar a Barakaldo y al fin recibir al líder Bera Bera, del que las guardesas están a dos puntos. El anhelo es que el Mecalia, que en casa precisamente de Rocasa y Bera Bera sufrió sus dos únicas derrotas, pueda jugarse el título liguero ese día. "Quizás lo difícil va a ser llegar al partido contra el Bera Bera con la misma trayectoria que hemos mantenido hasta ahora", advierte Prades. "Tenemos partidos complicadísimos: derbi, la visita del Rocasa, la salida a Barakaldo? Sería un error pensar solo en la llegada del Bera Bera. No debemos presionarnos nada".

A la fervorosa hinchada del Mecalia, que despidió al equipo el domingo con una sonora ovación, le aguarda una apretada agenda. "La afición del Mecalia se estará frotando las manos con todo lo que va a disfrutar de su equipo", intuye Prades. "Solo tengo palabras de agradecimiento a todo el mundo que nos da su aliento, que nos anima semana tras semana. Nos paran por calle, nos animan, incluso viajan con nosotras y nos arropan. Es impagable".