Gedimina Mazeika no convenció a nadie con su arbitraje. El Shakhtar Donetsk protestó ostensiblemente su actuación de la primera mitad. Reclamaban un penalti sobre Fred, que no existió, y una cartulina amarilla a Iago Aspas tras su pique con Pyatov, aunque el meta ucraniano amagó con dar una patada a la estrella del Celta.

En el segundo acto las tornas cambiaron. El colegiado lituano fue algo permisivo. Tardó en castigar con cartulina las faltas de los futbolistas del Shakhtar. El cabreo se instaló en la parroquia celeste cuando el Tucu Hernández cayó en el área. La infracción existe. El jugador del equipo de Paulo Fonseca derriba en el aire al internacional chileno, pero la acción era complicada para el árbitro y sus asistentes.

El Celta se desesperaba ante un Gedimina Mazeika que no sancionaba las pérdidas de tiempo de los visitantes. En la recta final llegaría una de las jugadas más polémicas del choque. Guidetti caía en el área. El equipo vigués y la grada de Balaídos protestaban al unísono. La repetición confirmaba el error del lituano, que no señalaba un claro derribo sobre el ariete nórdico.