El Real Madrid, vigente campeón de la Liga de Campeones, regresa a su competición preferida con el objetivo al fondo del camino de convertirse en Cardiff en el primer equipo en reeditar título, con un cruce de octavos peligroso, un Nápoles en racha pero de corta experiencia, en octavos por segunda vez.

El Santiago Bernabéu se prepara para enterrar las rencillas con jugadores como el francés Karim Benzema y crear ese ambiente especial de noche europea que impulse a sus jugadores en una eliminatoria más dura de lo que se pensó el día del sorteo. El paso de los meses ha ido rebajando la fiabilidad del Real Madrid e incrementando la de un Nápoles que llega lanzado a la cita.

Los de Zinedine Zidane pasaron de ser invencibles con una racha de 40 partidos sin perder, a convertirse en vulnerables con derrotas que le afectaron en lo psicológico y le costaron la primera eliminación, de Copa del Rey ante el Celta. Pero justifican que la Liga de Campeones es diferente, la competición que dio forma a una leyenda que quieren hacer crecer aún más, convirtiéndose en el primer equipo que repite éxito.

Aunque cuerpo técnico y jugadores van paso a paso, pensando únicamente en un Nápoles al que respetan y frente al que saldrán al máximo desde el primer minuto para buscar goles que les permita viajar a Italia con algo de tranquilidad, y sobre todo no encajar en la portería que defenderá un Keylor Navas que llega de reivindicarse.

Le valdrá para silenciar al costarricense los rumores sobre fichajes de porteros y mantenerse firme en la titularidad. El otro salvador de El Sadar, Isco Alarcón, tiene más difícil repetir de inicio. Regresa el alemán Toni Kroos y con Casemiro indiscutible y Luka Modric recuperado, se acaban los espacios en el centro del campo a no ser que Zinedine Zidane apueste por un 4-4-2.

Descartada la opción de jugar con defensa de cinco tras la mala imagen dada en la primera parte frente a Osasuna, el 4-3-3 con Lucas Vázquez completando el tridente ofensivo, es la opción que gana más fuerza. Indiscutible en punta de ataca Benzema, en el momento que su bajo rendimiento más ruido genera, con Zidane justificando su falta de gol por las virtudes que hacen mejor a los que le rodean. Necesita un gol en un día importante como el que se presenta, en el que también Cristiano Ronaldo quiere un nuevo récord personal, a dos goles de ser el primero en alcanzar el centenar en 'Champions'.

El Real Madrid busca sus séptimos cuartos de final consecutivos, olvidada aquella maldición de octavos de seis años. Pese a estar invicto esta edición, acabó segundo de grupo por detrás del Borussia Dortmund, y ha ganado 28 de sus 33 últimos partidos europeos en el Bernabéu.

Las grandes prestaciones del Nápoles en los últimos encuentros y el encanto del duelo ante el equipo más ganador de Europa, generaron gran expectación en todo el entorno de los "azzurri", que llegarán a Madrid acompañados por casi 10.000 aficionados. Regresarán a la que fue su casa dos jugadores queridos por el madridismo como José Callejón y Raúl Albiol.

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