El presidente del Celta, Carlos Mouriño, certificó ayer de forma oficial lo que FARO había anunciado el domingo: su decisión de descartar la oferta que un holding chino había realizado para comprar sus acciones. Una vez que comunicó a sus compañeros en el consejo de administración del club la decisión de rechazar los cerca de 100 millones de euros, Mouriño centrará sus energías en los proyectos del estadio -compra de Balaídos o el permiso para la construcción de uno nuevo- y la ciudad deportiva. De hecho, hoy se reunirá con Zona Franca y Puerto como fin a la ronda de contactos que mantiene desde hace algún tiempo para explicar sus planes.

Los miembros del consejo de administración del Celta estaban citados ayer en la sede de la sociedad, en Praza de España, a las nueve de la mañana. Mouriño llegó acompañado de tres de ellos: Antonio Rosendo, Ricardo Barros y Pedro Posada. Carlos Mouriño les explicó que ha rechazado los cerca de cien millones de euros que un holding con su base de operaciones radicada en el parque industrial de Suzhou le ofrecía por su paquete accionarial, que al ser mayoritario les permitiría controlar totalmente el Celta. "Voy a seguir peleando por sacar adelante nuestros proyectos para fortalecer el club", les dijo Mouriño a sus compañeros de junta.

Una vez cerrada esa puerta, Mouriño quiere seguir con la campaña que ha emprendido hace ya varias semanas para explicar a distintos sectores y agentes sociales de la ciudad los proyectos de futuro en los que quiere volcarse. El mandatario insiste en la necesidad de que el Celta disponga de nuevas infraestructuras propias: una ciudad deportiva y un estadio, ya sea mediante la adquisición de Balaídos o la construcción de uno nuevo. En los dos casos da prioridad a conseguirlo dentro de los límites municipales, pero sin descartar su ubicación en algún concello del área metropolitana.

Mouriño ya ha argumentado su posición en diversos foros: ante los aficionados en un exposición en el Auditorio Mar de Vigo, en el Club FARO, en la Universidad, en el Náutico... También ha intercambiado ya opiniones con los grupos políticos de En Marea, Partido Popular y Ciudadanos. Queda pendiente que el grupo municipal socialista fije el día de su reunión. En la agenda que Mouriño tiene hoy figuran sendos encuentros con representantes del Puerto de Vigo y de Zona Franca.

Será cuando finalice esta extensa ronda de contactos que el Real Club Celta solicite oficialmente por carta al Concello de Vigo que la corporación estudie la posible venta de Balaídos o un permiso para la construcción de uno nuevo. Tal debate supondría explorar nuevas vías o cerrar otras, acotando así las alternativas que la directiva celeste maneja.

Sobre la venta del club, el portero Sergio Álvarez señaló ayer que la plantilla está satisfecha con este anuncio, que se produce justo antes de un histórico partido de vuelta contra el Real Madrid en cuartos de final de la Copa del Rey. "Creo que está todo claro", indica el catoirense. "El presidente ya dijo que no iba a vender y la gente está contenta. La estabilidad siempre es importante y la gente sabe diferenciar que ahora toca centrarse en el fútbol y venir a animarnos".