El Celta Zorka perdió ayer una gran oportunidad en ser el primer equipo en derrotar en el campeonato al Aros de León. El equipo entrenado por Cristina Cantero estuvo durante muchos minutos muy metido en el partido, pero cuando comenzó el último cuarto, el equipo se ofuscó en ataque buscando tiros cómodos que se convirtieron en armas arrojadizas, pues las leonesas comenzaron a correr y en los primeros cinco minutos del cuarto, lograron un parcial de 3-10 que les permitió abrir una brecha que fue decisiva para el desenlace final del encuentro.

A pesar de este inconveniente, el equipo vigués hizo tres primeros buenos cuartos, y eso que las leonesas comenzaron el partido con un 0-6 que no hacía presagiar nada bueno. El Celta Zorka se rearmó en defensa, y lo cierto es que el trabajo realizado dio un buen resultado. Aros tenía muchos problemas para ver el aro rival y se perdían demasiados balones. Todo hasta que salió al campo la base de 17 años Andrea Alcántara, que a pesar de su edad se echó la responsabilidad a la espalda, y se puede decir claramente que Aros ganó gracias a su actuación. Veintitrés puntos, con cinco triples, y tres rebotes, le permitieron ser la mejor de su equipo aunque no la más valorada.

En el Celta Zorla se echaron de menos los puntos de Ylenia Manzanares, que fue la más valorada en el cuadro vigués gracias a su trabajo bajo los aros con doce rebotes y cinco recuperaciones, pero solamente fue capaz de anotar cinco puntos.

El Celta Zorka fue ayer un equipo de impulsos. En los primeros veinte minutos, el acierto defensivo les permitió llevarse la victoria por tres puntos de diferencia, ante la tensión de la entrenadora del Aros, que era incapaz de frenar al juego vigués. Sin embargo todo se vino abajo en el segundo cuarto. Los triples de Alcántara, cuatro de cuatro al descanso, le hacían mucho daño al cuadro vigués, que veía como cada vez que se acercaba en el marcador, las base las machacaba desde la línea de 6,75.

Volvió a ver la luz el equipo vigués tras el paso por el vestuario. La leonesas anotaban principalmente desde la línea de tiros libres, consiguiendo reducir la desventaja en tres puntos.

El bloque al comienzo del último cuarto fue el comienzo del fin para el cuadro vigués, que vio como el Aros ampliaba su ventaja, haciendo inútiles todos los esfuerzos por recortar la ventaja y llegar a los minutos finales del partido con un marcador ajustado.