El Celta quiere acabar con buenas sensaciones su excelente año, en el que fue semifinalista de la Copa del Rey y se clasificó para una competición europea por novena vez en su historia. Sin embargo, el equipo de Berizzo falla últimamente en sus partidos a domicilio, donde solamente ha sumado seis puntos en lo que va de temporada. Ayer, el portero Rubén Blanco apuntaba la necesidad de sumar puntos fuera de casa al referirse al partido que mañana le espera a su equipo en San Mamés.

"Tenemos que ir a San Mamés a hacer nuestro fútbol, como fuimos hace dos semanas al Benito Villamarín. Creo que va a ser un partido muy disputado porque somos dos equipos peligrosos. Es pronto para decirlo pero si queremos estar ahí arriba estos son los partidos que hay que ganar porque es un rival directo por Europa", indicó Rubén Blanco, quien califica de "muy buena" la temporada, tanto a nivel individual como colectivo.

Sin embargo, reconoce el guardameta de Mos la dificultad que presenta el rival de mañana: "Es un grandísimo equipo. Esperamos al Athletic de los últimos años. Un equipo con mucho poderío aéreo, muy físico y al que cuesta arañarle puntos en su estadio", añadió.

Aunque el Celta ha caído a la duodécima plaza, Rubén Blanco subraya que LaLiga está muy igualada en la zona media: "Este año está todo muy apretado, estamos muchos equipos en un pelotón con veinte y pocos puntos, y necesitamos sumar fuera de casa para estar ahí arriba". El Celta solo suma una victoria a domicilio, ante el Espanyol, a finales de septiembre.

Desde hace mes y medio, el guardameta es titular en el conjunto de Berizzo, que ha relegado a la suplencia a Sergio Álvarez. "La confianza lo es todo. Es muy importante para mí pero también para mis compañeros. A veces los cambios tampoco ayudan a estar cómodos. Yo no tengo que ponerme ninguna nota, en líneas generales me estoy sintiendo cómodo", añadió Rubén Blanco.