El conjunto de Marcos Montes se adelantó muy pronto en el marcador pero vio también cómo sólo unos instantes después el Compostela devolvía el equilibrio a un marcador que ya no se volvería a mover a pesar de que ambos equipos dispusieron de alguna buena ocasión para lograrlo.
Los primeros cuarenta y cinco minutos resultaron muy equilibrados a pesar de que, quizás, la iniciativa global fue de un conjunto visitante mejor situado sobre el terreno de juego. Y eso que el primero en golpear fue el Choco, en la primera acción del encuentro. Fue un balón que recibió Rober en la banda derecha, jugando una pared con Óscar que le permitió plantarse solo ante Lucas y superarle en la salida con un disparo a un lado para inaugurar el marcador.
El intermedio permitió al Choco aclarar ideas y salir en la segunda mitad con la intención de presionar más arriba, obligando al Compostela a practicar un fútbol más directo con lo que el encuentro se equilibró.
A pesar de esto, fueron los visitantes los que volvieron a rozar el gol en un disparo de Mitogo que Cortego acertó a despejar pero no consiguió atrapar el balón. Cuando iba a hacerlo sufrió un inoportuno resbalón, que Recoba no fue capaz de aprovechar al rematar excesivamente alto una clara ocasión para haber desequilibrado el encuentro.
No sucedió así y la recta final del encuentro tuvo claro color local. Una diagonal de Lucar que Rober tocó de cabeza a la espalda de Cabrejo permitió a Óscar quedarse mano a mano ante Lucas pero su intento de vaselina se marchó excesivamente alto (min.84).
Y ya con el tiempo reglamentario cumplido, Silva ganó la carrera a los centrales en un balón al espacio pero su remate se encontró con una buena intervención del portero del Compostela. Sin embargo, en el rechace, la pelota acabó a pies de Rober, quien disparó de nuevo. El balón impactó en la mano de Cabrejo y, a pesar de las protestas de los redondelanos reclamando el penalti, el colegiado del encuentro no señaló la pena máxima, esfumándose la última posibilidad del Choco de haber sumado su tercer triunfo consecutivo.
