La selección visita el mítico Wembley y a una Inglaterra cargada de moral tras su convincente victoria sobre Escocia (3-0), para calibrar el nivel de un grande venido a menos y el crecimiento de un grupo dirigido por Julen Lopetegui, que encara la gran cita con bajas importantes.

La era Lopetegui arrancó ante un rival de alta exigencia en el cartel europeo, Bélgica, y su segundo amistoso será de prestigio en uno de los estadios donde a los futbolistas más les gusta brillar, Wembley, y una Inglaterra que al fin parece encontrar el camino de la regularidad tras desperdiciar varias generaciones brillantes. La Roja tiene la misión casi imposible de mantener el nivel de la generación de oro que conquistó un Mundial y dos Eurocopas. Lopetegui se ha puesto en ello, con una renovación con la base del equipo que comandó al éxito en categorías inferiores, y algunas piezas básicas de los que ganaron todo. Varios de ellos faltarán esta noche:Sergio Ramos, AIniesta, Piqué o Jordi Alba.

Tiene en mente Lopetegui dar minutos a los que no jugaron ante Macedonia (4-0) y también hacer debutar, probablemente en la segunda parte, a dos caras nuevas: Sergio Escudero y el céltico Iago Aspas.