El Mondariz salvó ayer contra el Moaña un punto en los instantes finales, en un partido que se le había complicado mucho al quedarse con dos hombres menos en la segunda parte.

Fue un partido bronco, con poco fútbol y mucho ímpetu, por lo que apenas hubo ocasiones de gol por parte de ninguno de los dos equipos. Así, casi sin oportunidades se llegó al descanso.

En el segundo tiempo hubo muchas incidencias: Cambios, tarjetas, expulsiones y los dos goles del partido. El primero llegó para el Moaña, en una de sus escasas aproximaciones. Jorge aprovechó un rechace en el área para adelantar a su equipo. En ese momento el Mondariz ya jugaba con uno menos, pero aún faltaba por llegar la segunda expulsión (Isaac). Así, los locales, con más corazón que juego, consiguieron alcanzar el empate, al marcar Rubén Gullón en los instantes finales y salvar un punto que sabía a triunfo.