Mouriño aludió el martes en su esperada comparecencia ante los medios de comunicación a las ocasiones en que el Celta ha acudido con algún proyecto que ha terminado por quedarse en nada. Esta circunstancia se ha convertido en el principal caballo de batalla del presidente del club vigués, que ahora se reproduce a cuenta de la propuesta del dirigente de pagar la reforma del estadio a cambio de que Balaídos pase a ser propiedad del Celta.

Muchos de esos proyectos de los que hablaba Mouriño han tenido que ver con la construcción de una nueva ciudad deportiva. Bembrive fue el primer proyecto y el que más cerca estuvo de hacerse porque el Celta ha había cerrado precio y proyecto para instalar su ciudad deportiva en los terrenos que hay en la zona donde está el Campo das Prantas. El Concello propuso Valladares, aunque nunca se avanzó en exceso.

El Celta más adelante hizo un intento por comprar los terrenos en los que se encuentraba la fábrica de Álvarez en Cabral. Tampoco fructificó por cuestiones legales. La última de las ideas que el club vigués ha manejado es la de comprar el Colegio Hogar y hacer allí la Universidad del Deporte junto a una zona comercial, residencia de jugadores y el campo para el Celta B. Para ello el equipo vigués ya había llegado a un acuerdo con la Universidad de Vigo.