Marea de Vigo reaccionó de forma inmediata contra la propuesta de Carlos Mouriño de adquirir el estadio de Balaídos. El grupo se mostró muy crítico con la actitud de la directiva y del presidente desde que hace mes y medio hablase del relevo. "Es una operación privada que una persona pretende engordar en el momento de la venta. Basta ya de jugar con la ciudad de Vigo", publicó la coalición en Twitter veinte minutos después de concluir la intervención de Mouriño.

A esta primera valoración le seguirían otros dos mensajes. En el primero, Marea volvía a reclamar la implicación económica del club con la reforma del estadio que ejecutan el Concello y la Diputación o que la obra se asuma íntegramente por parte de las administraciones públicas y que luego se busque una compensación revisando las condiciones del convenio de utilización del estadio. "Lo lógico sería que el Celta y el Concello colaboraran de igual a igual en la obra o que modifiquen el convenio a posteriori", sostienen.

A estos dos mensajes más institucionales le siguió un tercero en el que se acusaba directamente a Mouriño de hacer una "utilización torticera" de la venta del Celta. El portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, también se pronunció criticando que el presidente del Celta pretenda "especular" con el estadio. Apostó por un Balaídos "público y de la ciudad de Vigo. No puede ser de otra forma", remarcó el edil vigués, que tildó de "intolerables" las declaraciones de Mouriño.