- ¿Qué ha sido de Támara Echegoyen en estos dos meses tras los Juegos de Río?

- Justo después de Río me metí en el quirófano para resolver la rotura que tenía en el dedo del pie así que las cuatro semanas que vinieron después de los Juegos estuve con la pierna en alto y descansando, porque no podía hacer otra cosa. Luego, una vez que ya pude moverme y hacer actividad física, empecé a navegar en ciertas competiciones que no pude hacer durante los últimos años, para cargarme de energía de otro tipo de barcos. Durante la campaña olímpica no tienes tiempo de navegar en otras clases y de todas ellas aprendes mucho. Así que este último mes estuve moviéndome un poco entre diferentes clases para saber hacia dónde quiero enfocar mi futuro.

- ¿Alguna pista?

- He descubierto que tengo muchos planes en la cabeza y que seguramente lo único que tengo claro es que seguiré vinculada al mundo de la vela. Creo que lo que he descubierto es que ahora realmente lo que necesito es un tiempo de desconexión, para apaciguarlo todo y tomar la mejor decisión. He estado por donde he querido, he preguntado todo lo que he querido y he hablado con mis amigos para que me aconsejaran y ahora me voy a descansar y a desconectar un poco del agua para intentar tener las ideas claras y, a final de año, poder anunciar cuáles van a ser mis próximos objetivos.

- En 2017 ya sabremos entonces cuál ha sido su decisión...

- Me tomo un tiempo para descansar, pero no podemos esperar mucho tiempo para tomar las decisiones, así que seguramente llegando a finales de este año será un buen momento para sentarse y empezar a cerrar alguna puerta.

- Cuando llegó de Río dijo que le gustaría que Berta Betanzos siguiera vinculada a sus proyectos.

- Sí. Durante tres años conseguimos formar un equipo exitoso y la verdad es que trabajamos muy bien juntas e indiscutiblemente creo que formamos un buen equipo y sería una pena desvincularnos. Es verdad que solo hemos hecho una campaña olímpica juntas, pero no solo eso está en nuestro futuro así que ella también tiene que desconectar, ver qué es lo que le apetece hacer, y ya cuando nos sentemos ver qué podemos hacer. Puede ser que sea otra campaña olímpica u otro tipo de proyecto, pero sí que es verdad que es una persona que durante tres años y medio estuvo muy vinculada a mí y no quiero que desaparezca.

- ¿No descarta apostar por una clase no olímpica entonces?

- No descarto ninguna opción. El mundo olímpico es un mundo que conozco y que adoro, porque creo que he conseguido disfrutar mucho en estas campañas olímpicas que hice, pero también hay que abrir puertas a otros mundos de la vela y, por supuesto, Berta siempre tendrá cabida en cada uno de mis proyectos.

- En estos dos meses, ¿ha podido aprender a valorar de otra manera el cuarto puesto logrado en Río de Janeiro?

- Creo que ahora sí que lo valoras de otra manera. Cuando está la cabeza más fría eres mucho más constructiva. Hemos hecho unos Juegos Olímpicos muy buenos, porque al final fueron buenos aunque no con el resultado que esperábamos que era colgarnos una medalla de oro, y sí que es verdad que aún estoy recomponiéndome del resultado de Río, pero eso no quiere decir que crea que haya sido malo o que no esté satisfecha con él. Pero fueron tres años y medio muy focalizados en ese objetivo y el cuerpo ahora necesita relajarse y focalizar qué es lo que realmente ha pasado. Y, sobre todo, lo importante es sacar el aprendizaje para que te ayude a ser mejor.

- ¿Con qué lección se queda de estos Juegos entonces?

- De esa 'medal race' tan dramática y tan dolorosa para nosotros se pueden sacar muchos aprendizajes, así que si tienes la cabeza fría para hacerlo, sí que te puede ayudar a ser mejor deportista.

- Ha rememorado muchas veces en su cabeza esa última 'medal race'?

- No la he revivido mucho. La he navegado y la tengo bien interiorizada y creo que tiene que pasar un poco de tiempo para poder verla en vídeo y poder sacar los aprendizajes que quiera sin hacerme daño. No me he centrado en castigarme por aquella 'medal' sino en sacar la parte positiva de esos Juegos.

- ¿Y cuál es la sensación que le queda?

- Una vez visto que tienes opciones de alcanzar una medalla sí que es verdad que vuelves con un poco de decepción porque realmente querías ese oro. Siempre que alguien está tan cerca de su objetivo y no lo consigue, por diferentes motivos, pues tiene una decepción y necesita tiempo para curarla, para volver a coger energía y volver a luchar por nuevos retos.

- La parte amarga del deporte...

- Sí, el mundo del deporte tiene dos caras. Una en la que me he proclamado campeona olímpica y otra en la que perdí la posibilidad de repetirlo. Creo que mis rivales en Río han sido excepcionales y las medallas están perfectamente colgadas en los cuellos que están, pero como bien sabemos hay que levantarse de esto. Siempre que me caí me levanté mucho más fuerte, así que hay Támara Echegoyen para rato y ya veremos hacia dónde se dirige.

- Un diploma olímpico no está al alcance de muchos.

- Creo que este diploma olímpico me dará un plus más para ser mejor si cabe en el deporte que hago. Me da también la posibilidad de hablarle a la gente de lo que supone llegar a unos Juegos, de transmitir que las medallas son un sueño pero que llegar e intentar pelear y tener opciones de ganarlas también es otro sueño. En Londres tuve la suerte de poder explicar qué significa lograr ese sueño y ahora tengo que explicarle a la gente que tener un diploma olímpico y tener opciones de medalla es igual de importante que haberlo conseguido.

- Había muchas expectativas previas sobre sus opciones de medalla. ¿Eso fue bueno o malo?

- Somos deportistas y generamos expectativas y tú tienes que ser consciente de que las únicas que tienes que cumplir son las que te marcas tú. Sí que me gusta que la gente tenga expectativas y que crea que puedes conseguir una medalla porque eso quiere decir que creen en tu trabajo y en tu calidad, y eso es muy bueno. Solo depende de ti gestionarlo de la forma que debes.

- Eso es lo complicado.

- Eso también forma parte del entrenamiento. No dejamos nada al azar. Tenemos psicólogos deportivos y en parte es por eso por lo que hemos conseguido llegar al último día como líderes. Un equipo que llevaba poco tiempo navegando, con una patrona que venía de un barco lento, otra tripulante que venía de otra clase y consiguieron llegar a unos Juegos y estar liderando la clasificación durante dos días, que no es nada fácil. Y hacerlo de la mejor forma, disfrutando. Así que creo que es un trabajo que hay que valorar y del que estar orgulloso.

- ¿Puede realmente uno prepararse para quedarse a las puertas de las medallas?

- Nunca estás preparado para no alcanzar tu sueño. Pero una vez que no lo consigues tienes que ser igual de constructivo que cuando lo consigues y para ello es necesario que te haya pasado alguna vez. Sino es imposible que puedas aprender de estos sentimientos y gestionarlos de una forma positiva.

- ¿Qué le ha enseñado este cuarto puesto?

- De momento aún me está enseñando. Dentro de dos meses quizá pueda decir los puntos esenciales (largo silencio). Me ha enseñado muchas cosas. No sé cómo describirlas ahora, pero creo que me ha enseñado a ser mejor deportista, a valorar lo que haces independientemente del resultado y, sobre todo, a estar orgullosa y satisfecha de lo que haces.

- ¿Qué hará en estos dos meses antes de decidir su futuro?

- Quiero dedicarme al mundo académico. Hay unos cursos que quiero hacer y mejorar ciertas habilidades fuera del agua. Es mi planteamiento para poder volver luego cargada de energía.