Ayer ni la presión del polvorín que es el pabellón de A Cañiza sirvió para conseguir la victoria. El Saeplast aguantó cuarenta y cinco minutos la velocidad impuesta por el Embutidos Lalineneses. En los últimos quince minutos las fuerzas aflojaron y la victoria la consiguió el equipo visitante, que ya suma tres victorias.