El Ajax de Amsterdam confirmó su condición de favorito en su visita al campo del Panathinaikos, pero con más problemas de los esperados. El conjunto holandés tuvo que remontar el gol inicial de los griegos. La victoria, unida al empate del Celta en Lieja, convierte al Ajax en el primer líder del grupo.

Era un duelo con reminiscencias históricas porque el Panathinaikos fue el rival del Ajax en la final disputada en Wembley que dio a los holandeses su primera Copa de Europa. Ambos clubes están muy alejados de aquella jerarquía continental que tuvieron hace cuarenta años, más puntual en el caso griego y que el Ajax ha sostenido por etapas. Ahora mismo el club ajacied no atraviesa precisamente una de sus épocas más brillantes.

El Panathinaikos, que siempre intenta apoyarse en su público, empezó con fuerza y pronto se adelantó en el marcador. Wakaso chutó a puerta y Onana tuvo que salir a proteger el balón dejando la portería sola. Berg aprovechó su desubicación para convertir el 1-0.

El Ajax tardó aún varios minutos en descifrar la incómoda presión de los locales y mostró una gran efectividad. Un disparo de Bertrand Traoré, en una de las primeras aproximaciones a la portería, supuso el empate.

En la reanudación el encuentro entró en una fase de estudio y contemporización por parte de los dos adversarios. Hasta que en el minuto 66 Mesto derribó a Dijks dentro del área del portero local y el colegiado pitó penalti favorable al Ajax pese a las protestas. Klaassen falló y Riedewald aprovechó el rechace para marcar.

El partido se ensució y se convirtió a partir de entonces en una festival de tarjetas. El árbitro expulsó Ivanov y Ziyech por doble amarilla, y a Wakaso por roja directa.