La suerte apareció en O Porriño cuando más se necesitaba. Y lo hizo para aliarse con Sarai Samartín para que su lanzamiento de golpe franco directo, con el tiempo reglamentario acabado, terminase dentro de la portería. El balón, indeciso, rozó la barrera y pasadas unas milésimas de segundo el estadio celebró una victoria tan sufrida como refleja el 24-23 final. Con este tanto de Sanmartín, el Godoy Maceira Balonmano Porriño logró ante el KH-7 Bm. Granollers su primera victoria de la temporada.

Vaticinaba Abel Estévez que una de las claves del encuentro sería "controlar el juego con las pivotes" del conjunto vallesano. No le faltó razón al técnico local. Sus jugadoras cumplieron en la línea de 6 metros, pero fueron incapaces de frenar a la lateral izquierda Judith Vizuete, que anotó 6 tantos en los primeros treinta minutos del partido. La catalana vio sus lanzamientos contrarrestados con una buena actuación de la local Sara Gil, autora también de 6 goles aunque la mayoría desde la línea de 7 metros.

El Godoy Maceira se mantuvo por delante hasta el minuto 14:10, cuando Maldonado finalizó la primera jugada de su equipo desde esta posición y anotó el 7-7, completando un parcial de 0-4. "A partir del minuto 15 perdimos ritmo", reconoce Abel Estévez, que señala "la falta de rotación" como principal condicionante.

Una de las mejores noticias que dejó la primera parte del encuentro fue los minutos con los que contó la central Cecilia Cacheda. A pesar de que no firmó ningún tanto, su aportación al juego fue notable, forzando un 7 metros nada más salir a la pista.

La segunda parte fue un intercambio continuo de goles, en el que ninguno de los dos equipos fue capaz de imponer su ritmo. Al final "el partido entró en una dinámica en la que cualquiera podría haber sido el ganador". Pero el destino quiso que el Balonmano Porriño fuese el vencedor, derrotando de nuevo al Granollers. Y lo hiciese por 24-23, como el pasado 28 de mayo.