El celtismo considera lógico que Carlos Mouriño piense en dejar la presidencia del Celta, después de cumplir diez años en el cargo, cuando ya ha alcanzado los 73 años de edad y toda su familia se encuentra en México, donde posee gran parte de sus negocios. Para la mayoría de los portavoces de las peñas consultadas por este diario, la noticia era esperada, pues Mouriño había dado muestras en los últimos tiempos de que su etapa al frente del club tenía una fecha de caducidad. Respecto al futuro de la entidad, casi nadie desea una venta del club a personas ajenas al mismo y mucho menos a fondos de inversión o millonarios de otros países.

"A nosotros nos gustaría que siguiese, pero está claro que todo lo que hizo por el Celta hay que agradecérselo. Tiene ya una edad, toda su familia está en México y eso hay que valorárselo", sostiene José Méndez, presidente de la Federación de Peñas del Celta, quien cree que los hijos de Mouriño no asumirán el relevo de su padre en la entidad céltica por sus compromisos empresariales en México y porque no parecen muy interesados en asumir esas funciones.

En cuento a las tres alternativas que maneja Mouriño para afrontar su relevo en el club, Méndez aboga por el continuismo del proyecto. "Lo ideal sería que se hiciese cargo del club una persona de su plena confianza. Él habla de Antonio Chaves porque creo que le merece toda la confianza del mundo. Pero la cuestión es que si Chaves no está dispuesto habría que buscar a otra persona de plena confianza. Lo que funciona no se toca, mejor que continúe".

Aunque Mouriño ha dejado caer en ocasiones que pronto abordaría su futuro en el Celta, el máximo representante de la afición considera "una sorpresa" el anuncio que el mandatario céltico realizó ayer en su comparecencia ante los medios de comunicación. "Nadie pensaba que pudiese hablarlo ahora, pero es su decisión y hay que respetársela".

Méndez recordó el agradecimiento que las peñas le mostraron públicamente a Mouriño al concluir la pasada temporada, con la exhibición de una gran pancarta de agradecimiento en Balaídos y muchas muestras de cariño. "Lo que revalorizó el club es algo impagable. Hay que reconocérselo así, con todos sus errores, correcciones y aciertos".

Para Pablo Alonso, de la Peña Irmandiños 1923, "el anuncio es algo esperado. Se veía venir desde hace bastante tiempo. Mucha sorpresa no ha causado. Lo que me gustaría es que hubiese una línea continuista en el proyecto, alguien que continúe con el buen trabajo tanto económico como deportivo que estaba haciendo el presidente y eso creo que es lo que él también desea. Si tuviese eso claro ya habría dado el paso. No nos gustaría que entrasen inversores o gente que no esté identificada con el club o la ciudad, por mucho dinero que traigan. Apostamos por una línea continuista y gente de la confianza del presidente".

Desde la Peña Celtista de Arcade, Adolfo Seoane esperaba que Mouriño "tomase esa decisión a medio plazo porque está lejos de su familia, creo que ha cumplido una etapa muy importante en el Celta, de las más importantes de los últimos años y con una eficacia extraordinaria. Por ese lado, me daría pena que perdiésemos un presidente que hace años no teníamos: un hombre de empresa, que sabe en qué terreno se mueve".

En cuanto a las posibles soluciones, Seoane, subraya los riesgos de la venta del club. "Ya sabemos cómo funciona el fútbol. No sé si será mejor venderlo, como han hecho otros equipos, a fondos de inversión o empresarios extranjeros. Ahí siempre se corre el riesgo de caer en manos de personas que no tienen idea de lo que es el fútbol y que solo buscan la repercusión mercantil".

A Jorge Rodríguez, de la Peña de Burela, "le parece lógica" la decisión de Carlos Mouriño de preparar su relevo "porque ya tiene una edad y, como empresa, seguramente tiene mucho desgaste. Entonces, es lógico que piense en retirarse".

Entre un familiar de Mouriño, un presidente ejecutivo y una venta a cualquier empresario, Rodríguez reconoce que le gustan todas menos la tercera. "La de que se haga cargo un presidente ejecutivo, el mismo Chaves, de que es el que está llevando más o menos la batuta de todo". Este peñista de Burela duda, no obstante, que el actual director general sea la persona idónea para conducir al Celta en los próximos años. Y en cuanto a la opción familiar, "no lo sé porque no conocemos a todos, salvo a Marian".

Mouriño, según Jorge Rodríguez, había estado preparando el terreno para afrontar su relevo en la presidencia. "Lo dejó caer tiempo atrás de que él no iba a estar siempre en el Celta y que quería dejar todo arreglado, que su sueño era la ciudad deportiva y que seguramente no iba a poder cumplirlo. Más o menos lo dejaba intuir. Ahora hay que saber cuánto va a tardar en irse: cuando acabe la temporada, la próxima... Que sea cuando él decida".

Desde Comando Celta, David Penela también coincide en destacar los avisos que iba dejando Mouriño "en las últimas conferencias. Hay una cosa que es inexorable, que es la edad, y ésta no perdona. Querrá preparar el terreno y ahora ha sido más directo para que todo el mundo lo asuma".

Respecto a las tres alternativas de futuro que propone el presidente para su relevo, Penela admite que es difícil decantarse por una de ellas. "Cuando el club pasó de Horacio Gómez a Mouriño la decisión parecía extraordinaria, pero pasamos unos años muy mal para volver a remontar. Nunca sabes qué es lo más correcto. Quien venga, que mantenga una línea de coherencia, de continuidad con lo que se estaba haciendo bien".